Necesitas una camisa Oxford excelente. Aquí tienes nuestras favoritas.

Ajuste: Para un ajuste perfecto, una camisa Oxford debe equilibrar comodidad y estilo, realzando tu apariencia sin comprometer la movilidad. Las costuras de los hombros deben alinearse con la punta de los hombros, asegurando que la camisa se ajuste de forma natural. El pecho debe quedar ceñido, pero no apretado, dejando suficiente espacio para moverse con comodidad. Las mangas deben llegar a la base del pulgar con los brazos extendidos, con suficiente espacio para doblar el codo sin tirar. El cuerpo de la camisa debe ser lo suficientemente ajustado para crear una silueta definida, pero no tan ajustado que se adhiera a la cintura. El cuello debe quedar ceñido al cuello al abotonarlo, dejando espacio para uno o dos dedos.
Tela: Las camisas Oxford se confeccionan tradicionalmente con tela Oxford, un tipo de tejido conocido por su durabilidad y apariencia clásica. La tela suele ser de algodón, pero también puede incluir una mezcla de fibras sintéticas para mayor resistencia a las arrugas y facilidad de cuidado. Sin embargo, si busca una opción más formal, pruebe una camisa de Royal Oxford. Este tipo de material es conocido por su tacto suave y su acabado brillante, además de ser más ligero y transpirable que el Oxford de algodón tradicional.
Largo: En definitiva, la elección depende de tus preferencias personales, pero considera cómo quieres llevar tu camisa Oxford: metida o suelta. Para un look más formal, opta por una camisa que te llegue a la mitad de los glúteos o un poco más abajo. Para un look informal, elige una camisa más corta, idealmente de 6,35 a 13,75 cm más corta que una camisa metida por dentro. Este largo más corto te permite llevarla suelta manteniendo una apariencia elegante, evitando que parezca descuidada.
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