Condenan a Mario López, ex entrenador de básquet español, por agresión sexual a una jugadora de 13 años
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Mario López, exentrenador de los equipos sub-16, sub-18 y sub-19 de la selección femenina de básquet de España, fue condenado a 13 años y 6 meses de prisión por abusar sexualmente de una jugadora.
La víctima se trataba de una menor de 13 años que sufrió aproximadamente medio centenar de agresiones sexuales, desde el año 1998 hasta el 2002.
21 años después, la joven decidió contar los hechos y López fue condenado..
La Audiencia Provincial de Bizkaia otorgó "plena fiabilidad" a la víctima que, durante unos 3 años y medio, sufrió alrededor de 50 abusos sexuales por parte del profesional.
Después de 21 años, la jugadora que compartió cancha con López en Lointek Gernika, presentó su denuncia por escrito en junio de 2023. El juicio tuvo lugar en enero de 2025 a puerta cerrada, en Bizkaia.
La resolución judicial declara que la menor participó en dichos encuentros "sin prestar ningún tipo de consentimiento y con su voluntad doblegada por el dominio ejercicio por el procesado con apoyo en todas estas circunstancias".
La denuncia fue presentada en junio de 2023.
Foto: EFE.
La jugadora narró que padeció los primeros tocamientos cuando acudió con López a ver un partido de baloncesto al domicilio del entrenador.
Además, aseguró que continuó siendo obligada por el entrenador a masturbarle y a practicarle felaciones, tanto en Gernika como en un viaje deportivo.
Las agresiones habrían comenzado en 1998, donde la jugadora de 13 años coincidió con Mario López, su profesor de 31 años, en el colegio Allende Salazar.
Más adelante, se volvieron a encontrar en el equipo vizcaíno Lointek Gernika, donde la víctima era una promesa del baloncesto y los abusos continuaron, provocando que su rendimiento cayera en picada .
La jugadora recordó medio centenar de abusos durante su denuncia y detalló cómo López los llevó a cabo en su domicilio, en viajes deportivos y en el propio piso donde residía la menor con sus padres.
Los documentos hablan de “atentados contra su libertad sexual, los cuales aumentaron en intensidad, incluyendo relaciones sexuales con penetración, tales como felaciones, así como masturbaciones, así como una relación sexual consistente en penetración por vía anal”.
Los jueces también advirtieron la vulnerabilidad que sufría la jugadora por los problemas de alcohol de sus padres, que dificultó su defensa y la posibilidad para denunciar los abusos que estaba sufriendo.
El caso salió a la luz en 2023, a través de una nota de El País que aseguraba que Mario López estaba siendo investigado por una supuesta agresión sexual a una menor de edad.
De esta forma, López sufrió una gran presión social. "A partir de ahí, mi vida es un infierno", reconoció en el juicio.
Mario López junto a sus alumnas de las categorías inferiores.
Foto: Ángel Grande.
En su primera declaración ante el Juzgado de Instrucción, el acusado negó cualquier relación sexual. Sin embargo, en el juicio oral admitió "besos y tocamientos", justificándolos con que "todo sucedió con su consentimiento".
Durante la sentencia en el tribunal, se declaró probado que el consentimiento y la voluntad de la denunciante fueron "quebrados con violencia e intimidación" por parte del agresor.
También se habla de un contexto de superioridad del investigado respecto de la víctima por edad, posición y violencia física, desde agresiones hasta golpes.
La Fiscalía había presentado una petición de al menos 14 años de prisión, mientras que la denunciante exigía 18 años por los daños causados.
Finalmente, dictaminaron 13 años y 6 meses por los delitos cometidos por el exseleccionador de baloncesto femenino de España.
Por todo lo sucedido, se lo condena como autor de un delito continuado de agresión sexual con acceso carnal y con la agravación de víctima especialmente vulnerable.
Además de la pena de 13 años y medio de prisión, deberá pagar una indemnización a la víctima de 80.000 euros por los daños causados y se enfrentará a una inhabilitación para ejercer de entrenador de baloncesto de menores.
El tribunal le impuso, a su vez, la prohibición de acercarse a menos de 300 metros de la víctima o del domicilio de la víctima durante cinco años desde que comience a disfrutar de permisos carcelarios o de una posible libertad condicional.
Clarin