El presunto acosador de Jennifer Aniston, incapacitado para el juicio por problemas mentales, pero él pide una segunda opinión

El hombre acusado de acosar a Jennifer Aniston y estrellar su coche contra la puerta principal de su casa ha sido declarado mentalmente incapacitado para ser juzgado, pero él exigió una segunda opinión en una audiencia judicial este jueves.

Jimmy Wayne Carwyle, de 48 años y natural de Mississippi, compareció bajo custodia detrás de un cristal en un juzgado de Hollywood especializado en casos de salud mental. Llevaba una larga barba gris y vestía un grueso delantal azul que se utiliza en las cárceles para prevenir los suicidios.

Un psiquiatra designado por el condado que evaluó a Carwyle determinó que el acusado es mentalmente incompetente, según dijo al juez el defensor público adjunto, Robert Krauss, mientras permanecía de pie junto a su cliente con el cristal separándoles. Pero Krauss dijo que Carwyle, como es su derecho, quiere una evaluación de un psiquiatra diferente.

La juez del Tribunal Superior de Los Ángeles Maria Cavaluzzi ordenó la reevaluación y fijó otra vista para el 29 de mayo.

Los fiscales alegan que Jimmy Wayne Carwyle había estado acosando a la estrella de Friends con una avalancha de mensajes de voz, correos electrónicos y mensajes en redes durante dos años antes de conducir su Chrysler PT Cruiser a través de la puerta de su casa en el lujoso barrio de Bel-Air de Los Ángeles el 5 de mayo, causando daños importantes.

Se declaró inocente de los delitos de acoso y vandalismo en su primera comparecencia ante el tribunal, donde un juez suspendió el proceso penal para que pudiera someterse a la evaluación psicológica.

Carwyle sigue encarcelado y el juez le ha ordenado que no se ponga en contacto con Aniston ni se acerque a ella.

Según las autoridades, Aniston estaba en casa en el momento del accidente, pero él no entró en contacto con ella. Un guardia de seguridad lo detuvo en la entrada de la casa hasta que llegó la policía. No hubo heridos.

Carwyle también se enfrenta al agravante de amenaza de lesiones graves. Si es declarado culpable, podría ser condenado a hasta tres años de prisión. Si vuelve a ser declarado incapacitado, el juez podría ordenar su ingreso en un hospital psiquiátrico estatal para recibir tratamiento y una evaluación continua.