Hamas entrega los cadáveres de cuatro rehenes israelíes a cambio de más de 600 presos palestinos
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Israel ha iniciado la excarcelación de más de 600 presos palestinos en un proceso gradual en función de la identificación de los cadáveres de cuatro rehenes israelíes entregados esta noche por Hamas. El primer ministro, Benjamín Netanyahu había retrasado su liberación el pasado sábado en el canje por otros seis israelíes (entre ellos dos tras más de 10 años en cautiverio) condicionándolo a "nuevas entregas de secuestrados y sin ceremonias humillantes" al tiempo que denunció "reiteradas vulneraciones del acuerdo".
Se trata del último canje de la primera fase del frágil alto el fuego, iniciado el pasado 19 de enero, que acaba este sábado. Días después, Doha o El Cairo podrían albergar negociaciones para prorrogarla o llegar a un acuerdo para la segunda y tercera etapa.
A través de la Cruz Roja y la mediación egipcia y sin actos públicos de propaganda como anteriores ocasiones, Hamas entregó a medianoche los cadáveres de cuatro secuestrados en los kibutzim de Kissufim, Nir Oz y Nahal Oz en el ataque de Hamas del 7 de octubre del 2023: Shlomo Mantzur (86), el rehén de mayor edad lo que no evitó que fuera golpeado, Itzik Elgarat (69), herido ese mismo día, Tsaji Idan (50), que junto a su familia en casa vio como asesinaban a su hija Maayan (18), y Ohad Yahalomi (50), también con nacionalidad francesa. Su triste vuelta (al menos sobre dos de ellos se tenían esperanzas que estaban vivos) ha clausurado la jornada más dura en Israel desde el 7-O marcada por la multitudinaria y desgarradora despedida a Shiri Bibas (33) y sus dos pequeños hijos Ariel (5) y Kfir (1) antes de ser enterrados como gran símbolo del ataque terrorista. Su esposo, Yarden, es el único de la familia que volvió vivo del cautiverio en la Franja de Gaza.
Tras condenar la "violación del acuerdo" por parte de Israel y definir como "pretexto" las alegaciones de Netanyahu al que además acusa de dilaciones en la negociación sobre la segunda y tercera fase del alto el fuego, Hamas había exigido a sus interlocutores en la mediación (Egipto y Qatar) que intervengan para hacer efectiva la liberación de los presos palestinos tal y como establecían los parámetros de tregua que puso fin a 16 meses de guerra.
La decisión de Netanyahu el pasado sábado de no liberar a los presos palestinos no fue ninguna sorpresa. A raíz del anuncio israelí del "brutal asesinato" de los niños Bibas en la Franja de Gaza tras los exámenes forenses de sus cadáveres recibidos el pasado jueves, el error deliberado o no de Hamas en la entrega del cadáver de su madre Shiri (rectificado 24 horas después) en una ceremonia macabra, se especuló sobre una respuesta de Israel aunque no inmediata para no poner en peligro la liberación de los seis ciudadanos el pasado sábado.
Cuando el último de ellos, Hisham Al Sayed, fue entregado por Hamas, Netanyahu convocó a sus principales ministros y la cúpula de los organismos de seguridad. Pese a que éstos últimos aconsejaron llevar a cabo la liberación para no poner en peligro la tregua y la vuelta de los secuestrados, al final se impuso la posición de los políticos. Y si alguno tenía dudas, recibieron en esos momentos el vídeo de Hamas mostrando a dos rehenes israelíes, Evyatar David y Guy Gilboa Dallal presenciando a pocos metros la liberación de tres amigos en la entrega en Nuseirat (centro de la Franja de Gaza) y rogando a Netanyahu seguir la tregua para que vuelvan vivos a casa.
De esta forma, y tras la liberación de 33 israelíes (entre ellos 25 muertos) y cinco tailandeses en la primera fase hoy quedan 59 rehenes (24 con vida, según la estimación oficial) en manos de grupos islamistas. A cambio de su vuelta a casa, Israel deberá liberar más presos palestinos, retirar su ejército del Eje de Filadelfia (en el sur de Gaza), aceptar el fin de la guerra y el inicio de la reconstrucción en la devastada Franja de Gaza siempre y cuando alcancen un acuerdo para las siguientes fases.
Se solventa así la enésima crisis que en este caso dejaba a Hamas sin uno de sus mayores logros en las últimas seis semanas con la liberación más numerosa de presos y detenidos palestinos, incluyendo algunos de su grupo con influencia en Cisjordania. Entre ellos, 151 con cadenas perpetuas o con penas elevadas por graves atentados- 97 serán expulsados al extranjero- y 445 detenidos gazatíes tras el ataque del 7-0. Éstos últimos volverán a la Franja de Gaza. En la primera fase de la tregua, Israel ha liberado a casi 2.000 presos palestinos pertenecientes a diferentes facciones.
"La garantía para la liberación de los prisioneros (secuestrados) restantes es el fin de la guerra, la retirada de la Franja de Gaza y el comienzo de la reconstrucción (de Gaza)", avisa el portavoz de Hamas, Abdul Latif al-Qanou.
Su grupo solo se quedará sin su principal carta (secuestrados) si recibe garantías de que Israel no reanuda sus ataques en la Franja de Gaza. El liderazgo israelí, sin embargo, suele recordar el otro gran objetivo (junto a la vuelta de rehenes) declarado de la ofensiva sin precedentes en respuesta al ataque del 7-O: acabar con el brazo armado de Hamas y su control de la Franja de Gaza. Hamas se niega pero podría aceptar el "modelo Hizbulá" en el que renuncia al control directo del enclave palestino- tal y como piden Israel, EE.UU y varios países árabes-, pero sigue teniendo influencia y presencia armada.
elmundo