La selectividad en un junco

El emprendedor estadounidense Chris Pirillo dijo en su blog una frase definitiva: “Twitter (X) es un buen sitio para decirle al mundo lo que estás pensando, antes de que hayas tenido la oportunidad de pensarlo”. La prueba de castellano del primer día de la selectividad en Catalunya incluyó el artículo “Quizás, quizás, quizás”, publicado en El País, de la escritora Irene Vallejo (El infinito en un junco), que no solo evaluaba los conocimientos lingüísticos, sino la capacidad de reflexión.
En su primer párrafo podía leerse algo que estaba en línea con lo que proclamaba el bloguero: “Este mundo de urgencias y apocalipsis otorga más credibilidad a las afirmaciones simplificadas, contundentes y sin fisuras, incluso vociferantes, como si fuesen prueba de conocimiento y capacidad de liderazgo, mientras ignora a quienes tienen el valor de compartir sus perplejidades”. Y añadía que las cataratas de certezas brotan de los labios más intransigentes, atreviéndose a citar a Mafalda cuando advertía en una de sus tiras: “El problema de las mentes cerradas es que tienen la boca abierta”.
La prueba de castellano invitaba a los alumnos a reflexionar sobre el valor de la dudaEl artículo de Vallejo invitaba a cultivar la duda y a defender los matices, citando a Pirrón, un escéptico que aspiraba a combatir los dogmas para liberar a la humanidad de inquietudes, hostilidades y conflictos. En unos tiempos en que la gente vive encerrada en sus propias burbujas por culpa de las redes sociales, en que la verdad ha perdido prestigio en beneficio de la mentira y en que los autócratas dominan la Tierra, hay que recordar a las jóvenes generaciones que la duda es el principio de la sabiduría, el primer paso para acercarse a la verdad, la impulsora del progreso.
Lee también Jugar a los soldaditos Màrius Carol
Pocas veces un texto ha estado tan bien elegido para agitar conciencias, para poner al alumno ante su propio espejo y para reflexionar sobre los nuevos liderazgos que creen saberlo todo. Dudar, pensar, reflexionar. Escuchar, dialogar, compartir. De eso iba el texto de la autora. Las crónicas dicen que a los alumnos les pareció una prueba fácil. Sería interesante leer sus respuestas. Igual estos adolescentes nos alumbran un poco más a quienes hemos contribuido a construir un mundo cada vez más dogmático, donde la distinción entre los hechos y la ficción ha dejado de existir.
lavanguardia