Protección, empoderamiento e inclusión: un compromiso con los pueblos indígenas

En todo el mundo, los pueblos indígenas son guardianes de lenguas milenarias, tradiciones únicas y un conocimiento profundo de la naturaleza. Custodian una memoria viva que conecta el pasado con el presente, y que ofrece soluciones para el futuro. Sin embargo, muchos siguen entre las comunidades más marginadas. La competencia por los recursos naturales y la tierra, el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación amenazan sus modos de vida. Además, en la era digital y con la inteligencia artificial en auge, existe el riesgo de que pierdan la propiedad y el control de sus conocimientos, prácticas tradicionales e información histórica.
Aunque en Europa suelen percibirse como una realidad lejana, en el norte del continente habitan los sami, el único pueblo indígena reconocido dentro de la Unión Europea (UE). Su cultura, estrechamente ligada a la naturaleza, se ha preservado gracias a una extraordinaria resiliencia. Este año, el público mexicano ha podido acercarse a su historia a través del Festival de Cine Europeo 2025, con la película sueca Historia: puntadas para los Sami, de Britta Marakatt-Labba. Ya proyectada en Ciudad de México, Sonora y Puebla, la cinta viajará pronto a Guadalajara y Veracruz, llevando un mensaje universal sobre la defensa de la identidad y el territorio, especialmente frente a los efectos del cambio climático.
La UE tiene claro que una transición ecológica real sólo será posible si es justa e inclusiva. Por ello, sus políticas contra la deforestación, para garantizar el acceso sostenible a materias primas y para exigir responsabilidad ambiental a las empresas incluyen la protección plena de los derechos humanos, en particular los de los pueblos indígenas. Este compromiso se refleja también en iniciativas desde las propias comunidades, como el Navegador Indígena, una herramienta creada por y para pueblos indígenas, que visibiliza sus realidades y fortalece su participación en decisiones sobre cambio climático, derechos humanos y protección ambiental. Asimismo, la UE también respalda la participación de representantes indígenas en foros multilaterales sobre las cuestiones que les conciernen.
México, uno de los países con mayor diversidad indígena del planeta, declaró 2025 como Año de la Mujer Indígena, en reconocimiento a quienes lideran la defensa de sus comunidades, protegen sus territorios, preservan sus lenguas y transmiten saberes a las nuevas generaciones. En este sentido, la UE y México comparten la convicción de que el respeto y la protección de los derechos indígenas son condiciones indispensables para un desarrollo verdaderamente sostenible e inclusivo.
El Acuerdo Global UE–México ofrece oportunidades concretas para impulsar esta cooperación, especialmente en el sector agrícola, mediante proyectos que promueven prácticas sostenibles, acceso a mercados y protección de derechos socioeconómicos vinculados a la tierra. La UE también vela por que sus empresas en México cumplan normas internacionales y fomenta espacios de diálogo para atender preocupaciones sobre los derechos indígenas.
Los pueblos indígenas no son sólo portadores de memoria: son actores del presente y guías para el mañana. Promover su empoderamiento e inclusión no sólo mejora su bienestar, sino que forma parte esencial de las soluciones que el mundo necesita frente a los desafíos globales. En el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, la UE reafirma su compromiso de apoyar a los pueblos indígenas, dentro y fuera de sus fronteras, y de respetar, proteger y garantizar sus derechos. Porque fortalecer a los pueblos indígenas es también velar por la humanidad y el planeta que todos compartimos.
*Embajador de la Unión Europea en México
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