'Esmorza amb mi', vidas truncadas (★★★), y otros estrenos de la semana
Por Philipp Engel
Aunque Iván Morales siempre ha soñado con llevar estas vidas cruzadas al cine, el teatro sigue siendo el medio en el que mejor van a brillar. En su libérrima salida a las calles, la cámara del director, con fotografía naturalista de Agnès Piqué Corbera, cartografía las calles del Raval haciendo parones en lugares tan emblemáticos como su Rambla o la plaza Joan Coromines, y eso complace al paseante. El cuarteto protagonista es, además, notable: nos gusta Álvaro Cervantes, de trapero en crisis creativa; la maravillosa Marina Salas, de exadicta perseguida por sus fantasmas; el convincente Iván Massagué, que habría conseguido domar a los suyos para ayudar al prójimo, vestido de enfermero, y Anna Alarcón, la única superviviente de la representación teatral, que sobrevive a un accidente, y se dedica a acumular testimonios filmados sobre el desamor. Aunque le falta la pieza central que le dé sentido a todo.
La película en sí misma también puede dar la impresión de que le falta algo para que acabe de cuajar, de manera que la propuesta pueda elevarse por encima del típico dispositivo indie, más o menos efectivo, de vidas cruzadas, con las típicas coincidencias forzadas, donde la historia de cada uno de los personajes pierde fuerza y hondura al compartir espacio fílmico con las de los demás.
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Se agradece el retrato de Barcelona como una ciudad viva, con la música latiendo en cada esquina (aunque la realidad quizás sea un poco más deprimente), incluso el discurso del excéntrico Oriol Pla sobre lo liberador que puede llegar a ser rapear en catalán sobre ritmos urbanos. Pero, aunque el desayuno sigue siendo la comida más importante del día (sobre todo si es compartido), y la película tiene el valor añadido de erigirse de espaldas a la plaga neoliberal del brunch (en defensa del oxímoron de la Barcelona auténtica), el ya redundante tema de la sanación deja cierto regusto a medicamento, a pastilla fundiéndose bajo la lengua mientras olvidamos porqué nos la hemos tomado.
Aunque la epifanía final logra congregar nuestras emociones, es probable que ya ni siquiera nos queden claros los difusos problemas que nos han llevado hasta ahí. Al fin y al cabo son preocupaciones de gente corriente y moliente, demasiado parecidas a las nuestras.
Todo saldrá bien ★★★★✩Dirección: Ray YeungIntérpretes: Patra Au, Maggie Li, Tai BoProducción: Hong Kong, 2024. 93 m. Drama Resonancia familiarPor Salvador Llopart
Empieza con una familia feliz y una herencia de por medio. Estamos en el populoso Hong Kong de nuestros días, allí donde conseguir una casa es igual de complicado que aquí. Y acabará con una familia no tan feliz pero más auténtica, sin hipocresía. La repentina muerte de la propietaria del piso en litigio desatará el drama. Por un lado, está su compañera de vida durante más de treinta años, con muy pocos derechos. Por otro, la familia oficial. Si nos pusiéramos sarcásticos, podríamos decir, recordando un viejo chiste al respecto, que no hay nada que separe más a la familia que una herencia por dilucidar a excepción, quizá, de la envidia, la ambición y, sobre todo, un buen abogado.
Pero desde este mismo momento desterramos la ironía. No tiene lugar a la hora de hablar de una delicada miniatura como esta, marcada por la verdad de los personajes y una emotividad contenida. Cada uno de los miembros de la familia, en sus encontronazos, en sus deseos y también en sus flaquezas, pone en evidencia el conflicto latente entre los viejos afectos y los intereses creados. Radiografía de la familia, pues. Incluso más: una resonancia magnética. Sobria, de ritmo pausado, aunque nada lenta. Proclive a la observación y el detalle. Nadie desentona y todos los protagonistas, a su manera, aportan verdad. Su parte de verdad.
Hay que destacar, sin embargo, el trabajo sutil, delicado y sentido de Pat (Maggie Li), la propietaria, y sobre todo de Angie (Patra Au), la viuda desheredada, dueña de un silencio acusador que tiñe de resentimiento callado –y también de dudas– la desesperación por la que está pasando. Drama de base LGTB, efectivamente, que va mucho más allá de las letras del abecedario. Destaca el choque entre la familia tradicional y la de elección, y subraya el conflicto entre justicia y ley. Avanza con respiración melancólica, marcando el tono en cada una de sus imágenes. La intimidad de la situación se impone al ruido gracias a la sensibilidad de un joven director como Ray Yeung, quien también firma el guion. Una dolorosa delicia.
Votemos ★★★✩✩Dirección: Santiago RequejoIntérpretes: Clara Lago, Tito Valverde, Gonzalo de CastroProducción: España, 2025 (88 min) Comedia Una comedia políticaPor Jordi Batlle Caminal
Rodada en un único escenario (un apartamento corriente) y en tiempo real (una reunión de vecinos que toma un rumbo imprevisto), esta comedia toca temas actuales (todas las fobias imaginables que desembocan en la llamada cultura de la cancelación) con una frescura contagiosa, ingenio (y mordacidad) verbal y un reparto potente que caricaturiza con acierto a una ciudadanía reconocible, propensa a situarse lo más a la derecha posible. Sí: una comedia política, divertida y nada pretenciosa.
Tres kilómetros al fin del mundo★★★✩✩Director: Emanuel ParvuIntérpretes: Ciprian Chiujdea, Bogdan DumitracheProducción: Rumanía, 2024 (105 min) Drama Una fauna despreciablePor Jordi Batlle Caminal
El joven protagonista besa en los labios a otro joven, turista de paso, y se desata una tormenta en la pequeña localidad; una localidad habitada en un clima de turbiedad y corrupción, por una fauna despreciable: el jefe de policía, el mafioso local y sus hijos, los padres del infeliz héroe y el sacerdote (que incluso llevan a cabo un exorcismo para curarle), etcétera. Retrato estremecedor de una Rumanía homófoba real, la película es necesariamente áspera, dura, tensa e implacable.
La receta perfecta ★★★★✩Dirección: Louise CourvoisierIntérpretes: Clément Faveau, Maïwène BarthélémyProducción: Francia, 2025 (100 min) Comedia dramática El sabor del ComtéPor Philipp Engel
El corazón de Galia siempre ha sido objeto de fantasías urbanas, del mito ruralista a la rudeza rústica, pasando por la comedia popular. Pero una lozana auvernesa ha acabado dando un puñetazo sobre la mesa, mostrando a la juventud de su región sin filtros, con actores naturales, ajenos al mundo del cine, a los que capta entre juergas y carreras. Para que la vida se convierta en un refrescante y fascinante objeto cinematográfico, hay que dar con la distancia justa. No es nada fácil, pero a ella le sale muy bien.
Los bárbaros ★★★✩✩Dirección: Javier Barbero y Martín GuerraIntérpretes: Àlex Monner, Greta Fernández, Job Mansilla, Eliza RycembelProducción: España, 2025 (100 min) Drama Varados en el extrarradioPor Philipp Engel
Llama la atención la presencia de Monner y Fernández, pero los que más brillan son el histrión peruano Job Mansilla y, sobre todo, la luminosa polaca Eliza Rycembel, dos migrantes varados en la periferia de Madrid. Los directores demuestran un ojo casi antonionesco para captar el espacio de un edificio en construcción, convertido en el hogar de los precarios personajes durante un pinchazo de la burbuja inmobiliaria. Pero el hastío al que se ven abocados se acaba imponiendo, acaso más tedioso que revelador.
Baltimore ★★★✩✩Dirección: Christine Molloy, Joe LawlorIntérpretes: Imogen Poots, Tom Vaughan-Lawlor, Lewis BrophyProducción: Irlanda, 2023. 98 m. Terrorismo Fractal históricoPor Salvador Llopart
Rose Dugdale fue una niña bien metida a terrorista. Se decidió por fastidiar a sus padres y plantar cara al sistema, en los setenta. Sabía de arte y lo que duele su pérdida y como miembro del IRA ideó el mayor robo de pinturas de la historia, incluido un Vermeer. La película de Molloy y Lawlor se decanta por el terrorismo de cámara, de pequeña escala, con idas y venidas en el tiempo, donde la psicología se impone a la adrenalina. El cuadro resultante es como un fractal del momento. Sugerente.
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