Con poesía visual, Daniel Alcalá entabla un diálogo epistolar con Mathias Goeritz

Con poesía visual, Daniel Alcalá entabla un diálogo epistolar con Mathias Goeritz
Cartas a Werner Brunner consta de 30 piezas elaboradas en materiales como papel, vinil, cemento sobre tela y oro // Se aloja en el edificio Humboldt, en la colonia Centro
▲ Por medio de una treintena de piezas elaboradas en papel recortado, vinil, oro y cemento sobre tela, el artista coahuilense recrea en la exposición un entramado de referencias históricas, vínculos entre México y España, y guiños a figuras del arte y la arquitectura como Mario Pani, Félix Candela y Vicente Rojo.Foto Roberto García Ortiz
Eirinet Gómez
Periódico La JornadaMartes 17 de junio de 2025, p. 2
Mediante el proyecto de poesía visual Cartas a Werner Brunner, el artista Daniel Alcalá Guzmán (Piedras Negras, Coahuila, 1974) rinde homenaje al escultor y arquitecto Mathias Goeritz, figura clave en la renovación del arte y la arquitectura en México durante el siglo XX, por su visión vanguardista y espiritual.
Con 30 piezas elaboradas en papel recortado, vinil y elementos como oro y cemento sobre tela, Alcalá construye un entramado de referencias históricas, vínculos entre México y España, y guiños a figuras como Mario Pani, Félix Candela y Vicente Rojo.
En entrevista con La Jornada, Alcalá Guzmán contó que la idea de entablar un intercambio epistolar con Goeritz surgió de su interés por el paisaje, pero el construido, no tanto el natural
. Esa inquietud lo llevó a investigar sobre arquitectura moderna en México y sus protagonistas: Luis Barragán, Ignacio Díaz Morales y, finalmente, Goeritz.
Detalló que, tras explorar la pintura, la escultura, la arquitectura y la instalación, se interesó por la poesía visual que Goeritz practicó con fuerza en diálogo con vanguardias internacionales. “Él siempre estuvo muy cercano a los movimientos del arte en el mundo. Una de sus facetas más conocidas fue la poesía concreta –en boga en Europa y Sudamérica en aquel momento–, de la cual fue uno de los precursores en México.
Para mí fue una revelación la poesía visual, porque me gusta la idea de que ya no importa tanto lo que dices con la palabra, sino el texto como imagen. Esa idea de jugar con los textos y hacer juegos visuales me interesa mucho
, agregó.
Misivas artísticas
En Cartas a Werner Brunner −primer nombre y segundo apellido de Mathias Goeritz, que el artista usó como seudónimo–, las 30 obras están concebidas como cartas visuales
, en un intento de fomentar un diálogo con él y su tiempo, sobre temas como arquitectura, arte y modernidad.
Las piezas fueron elaboradas a lo largo de ocho años, incluido el tiempo en que Daniel Alcalá hizo una residencia en Guadalajara, algún tiempo en la Ciudad de México y una estancia en Madrid. Intenté entablar un diálogo por medio de la integración plástica, que tiene que ver con la convivencia entre arte y arquitectura, como la que promovía Goeritz en colaboración con arquitectos y urbanistas como Félix Candela, Pedro Ramírez Vázquez y Vicente Rojo
.
Juegos tipográficos
En la colección sobresalen piezas de tela con tipografía recortada y superpuesta, que dan lugar a un juego entre letras, vacío, sombra y volumen. Hay otras de color blanco hechas con papel Fabriano, donde se juega con la W y la M de Werner y Mathias. También se observa un vinil adherible, que simula herrería, con un juego tipográfico.
“En 1963, Mathias recibió una invitación para colaborar en una revista de poesía visual. A raíz de esto, desarrolló piezas en las que utilizó repetidamente la palabra ‘oro’. Este proyecto de poesía visual nació de esa publicación, por eso desarrollé algunas obras en las que también empleo esa palabra.”
En la muestra se incluyen algunos libros claves, como Mathias Goeritz, de Olivia Zúñiga, considerado una de las primeras revisiones de su obra. Es una joya, porque mucho de lo que se conoce de Goeritz es de los años 70 y 80, pero este volumen se refiere a piezas de 20 años antes
.
Otros títulos importantes en exhibición son: Mathias Goeritz: Modernist Art and Architecture in Cold War Mexico, de Jennifer Josten, y Mathias Goeritz y la arquitectura emocional: Una revisión crítica (1952-1968), de Daniel Garza Usabiaga.
Para Daniel Alcalá, algo que debemos aprender de la mirada moderna de Goeritz es la manera en que arte y arquitectura pueden relacionarse de forma estrecha. “Esto que se llamó ‘integración plástica’, donde el arquitecto invitaba al artista a colaborar, a entablar un diálogo, es lo que busca acentuar este proyecto. En estos momentos tan convulsos, propone acercarnos y llegar a acuerdos para trabajar juntos”.
La exhibición inaugurada el fin de semana pasado, que permanecerá abierta hasta el 28 de junio en el edificio Humboldt (Artículo 123, número 116-2, colonia Centro), busca compartir una lectura personal sobre Mathias Goeritz y dar la pauta para que cada visitante construya la suya.
Más de 60 mil visitantes recibió Original: Arte Decorativo y Utilitario

▲ El encuentro reunió a 247 artesanos de 28 estados, que ofrecieron sus artículos sin intermediarios. Algunos de los creadores agotaron sus productos antes del último día de esta iniciativa organizada por la SC federal.Foto Secretaría de Cultural federal

▲ Aleyda Menor Hernández.Foto Secretaría de Cultural federal

▲ Francisca Lidia Sánchez Guzmán.Foto Secretaría de Cultural federal

▲ Ricardo Molina Sarmiento .Foto Secretaría de Cultural federal

▲ Ángela López.Foto Secretaría de Cultural federal
De La Redacción
Periódico La JornadaMartes 17 de junio de 2025, p. 3
Con una asistencia que superó 60 mil visitantes, concluyó Original: Encuentro de Arte Decorativo y Utilitario, en el Complejo Cultural Los Pinos, donde participaron 200 colectivos, del 12 al 15 de junio.
El encuentro, organizado por la Secretaría de Cultura federal, reunió a 247 artesanos de 28 estados del país, con la finalidad de ofrecer sus productos sin intermediarios, lo cual les permite obtener mayores ingresos y más visibilidad.
Algunos de los creadores incluso agotaron sus productos antes del día final de esta iniciativa, tras lo cual colocaron en sus espacios un letrero que decía: Todo vendido
.
En esta edición se exhibieron piezas únicas que combinan funcionalidad, estética y saber ancestral. Había alfarería y cerámica, fibras vegetales, madera, textiles, metalistería, maque y laca, lapidaria y cantería, cartonería y papel, vidrio y arte wixárika, todo repartido en siete módulos.
La distribución permitió al público adquirir, platicar y entender de primera mano la complejidad que conlleva la creación de estas piezas.
Entre los artesanos que se vieron beneficiados por las ventas está Alcibiades Camilo Altamirano, de San Agustín Oapan, Guerrero, quien vendió su última pieza el sábado por la tarde. No conocía Original; sólo traje 40 piezas. Vengo de una feria en Ixtapan, y ahí no vendí, pero aquí ya acabé
, comentó.
Eulalia Gallardo Hernández, de Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca, quien aprendió a trabajar la alfarería mixe con su suegra, comentó: No me puedo quejar, he vendido bien, traje tres cajas llenas (de cántaros, candelabros, vasos, figuras de búhos y vasitos mezcaleros) y ya vendí dos , y la tercera va avanzada
, comentó.
Desde Amatenango del Valle, Chiapas, la tierra que vio nacer a los jaguares de barro, Ángela López Pérez trajo cacerolas, palomas, gallos y jaguares de diferentes tamaños elaborados por las manos de las 10 mujeres que integran el colectivo Cerámica Cielo: No sólo yo estoy vendiendo, sino que todo mi grupo, traigo su mercancía para que mejoremos todas
.
Las hermanas Andrea y Susana Torres, de Morelia, Michoacán, llegaron muy temprano y fueron de las últimas en salir. No nos hemos cansado de ver y caminar, quisiéramos comprar más, pero nos vamos con las manos llenas. Cada cosa hecha vale lo que cuesta
, aseguraron.
Además de las ventas, también se proporcionaron talleres especializados para el público, de niños a adultos mayores; se realizaron 49 actividades del programa Escuincles, entre narraciones, juegos tradicionales, funciones de música y talleres.
También se llevó a cabo la charla Nanas y Tatas, dirigida a mayores de 60 años, en los que maestros artesanos enseñaron técnicas como deshilado, corte y ensamblado de lámina, raspado y rallado del atecomatl (calabaza), entre otros trabajos.
La gastronomía también ocupó un lugar relevante en este proyecto, donde destacaron las cocineras tradicionales y sus cocinas de humo, que permitieron al público disfrutar de platillos de varias regiones del país.
Después de caminar durante más de tres horas entre los módulos de venta, Adriana Olvera y Hubert, cargados con un juego de tazas de Aguascalientes hechas con madera de tzalam y velas de cera de Tlayacapan, Morelos, coincidieron en que la selección de piezas tiene una calidad muy alta; se ve una dinámica de artesanías muy diversa. La juventud ahí está empujando de manera increíble; con mucha imaginación están haciendo cosas impresionantes. Es una artesanía muy viva
.
Los jóvenes aprenden el oficio e imprimen su sello, comentó Galileo Danny Mauricio Flores, artesano de San Salvador Huixcolotla, Puebla, quien acompañó a su papá, Danny Pedro Mauricio Bonilla, de quien heredó el amor por el papel picado y la técnica para trabajarlo.
Mi papá ha creado un legado, considero que no se debe perder. Es también un trabajo familiar. A los 10 u 11 años empecé pegando hilos, ayudando en lo poco que podía aprender en ese momento. Con el tiempo fui mejorando
, afirmó el joven.
De las figuras tradicionales de picos y catrinas que hacían el papá de Danny Pedro y el abuelo de Galileo desde mediados del siglo pasado, ahora exploran otras figuras como una calavera con cola de sirena y alas de mariposa que, según el progenitor, está inspirado en los nahuales.
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