La vida es un ensayo

En estos momentos coinciden entre las novedades de las plataformas una película, una serie y todo un subgénero audiovisual que insisten en la misma idea: nuestros días son una sucesión de ensayos, exámenes, evaluaciones; y nos va la vida en ello.
Una escena de 'Las vidas de Sing Sing '
Alfa PicturesEl subgénero se ubica dentro de otro: muchos dramas carcelarios se han especializado en el relato, inspirado en hechos reales, de cómo un grupo de presos monta una obra de teatro. Mientras que la película Las vidas de Sing Sing entra en una prisión de máxima seguridad estadounidense y recrea la experiencia con actores que han vivido la reclusión en sus propias carnes, la serie sueca Último acto (Movistar+) reconstruye otra historia real, la del prestigioso director Lars Nóren con tres reclusos neonazis. Aunque el objetivo final es siempre la función final, con público, el peso recae en la fuerza de los ensayos. Prepararte en serio para ser otro, hacer gimnasia radical con tu empatía y tu simpatía: sólo así es posible una redención que nunca está asegurada.
Estos ensayos kafkianos son un nuevo espejo: nos preparamos toda la vida para lo que no llegaLos ensayos (HBO) se titula, precisamente, la serie que más lejos está llevando ese dispositivo que regula la prueba y el error, la preparación para el examen o el estreno. Si en la primera temporada el genio del posthumor Nathan Fielder ideó un método para simular en escenarios casi reales situaciones emocionales complejas, como la de reconciliarte con una pareja o ser padre, para estar mejor preparado cuando llegue el momento de esa cita decisiva o de cuidar realmente de un hijo (o no); en la segunda temporada va todavía más lejos y cambia los problemas emocionales del común de los mortales por los de comunicación entre pilotos y copilotos, responsables de un gran número de catástrofes aéreas. A partir de la construcción de una réplica de una terminal del aeropuerto de Houston, realiza un nuevo ejercicio de metaensayo. Porque ensaya artísticamente sobre el hecho de ensayar. En este caso, acerca de la importancia de la simulación, aunque pueda ser profundamente cómica, para evitar la tragedia.
La película The Assessment ( Prime Video), de Fleur Fortune, rodada con preciosismo entre Alemania y las Islas Canarias, traslada los protocolos del juego de rol social a un futuro distópico. Y los extrema.
Lee tambiénEn un mundo taladrado por el calentamiento global, los supervivientes han creado sus propias atmósferas, han exterminado a los animales de compañía para evitar epidemias y procrean mínimamente, con úteros artificiales. Sólo los mejores ciudadanos pueden acceder a la paternidad. Y para ello son evaluados durante una semana. Una funcionaria ambigua somete a la pareja protagonista a un test extremo. Como adulta, invade hasta el último centímetro de su intimidad; pero a veces se comporta también como una niña pequeña y difícil para estudiar sus reacciones. Esos ensayos kafkianos son un nuevo espejo: nos pasamos la vida preparándonos para lo que no llega.
lavanguardia