Una final para olvidar otra final

La final de la Champions no cierra la temporada del fútbol femenino a nivel de clubs. Tras los partidos de selección de la Nations League, ellas han vuelto a la disciplina de sus equipos porque este sábado en Huesca bajan el telón con la Copa de la Reina. Una final en la que el Barcelona intentará secar las lágrimas de Lisboa, olvidar la decepción y cerrar el curso con otra celebración. Sonrisas que cristalizarían, con la undécima Copa, otro triplete nacional tras conseguir ya la quinta Supercopa y la décima Liga.
“Ha sido raro llevarte un golpe duro y no poder reunirte con tu equipo”, confesó Salma Paralluelo. “La selección, eso sí, nos ha permitido volver a pensar en fútbol”, dijo la delantera ante el obligado cambio de chip que vivieron de forma obligada.
Mientras el Atlético lleva casi tres semanas pensando“Perder una final, el partido más importante del año, duele y tiene que haber un proceso de aceptación pero si empiezas a entrenar, vas con la selección y haces buenos partidos, eso te ayuda a pasar página. Pero si piensas en lo futbolístico nos hubiera gustado tener más tiempo para preparar la final”, se quejó el técnico Pere Romeu de este parón entre una final y otra.
Hubo un tiempo, antes de que el Real Madrid hiciese su equipo femenino, que el clásico de mayor rivalidad eran los Barça-Atlético. Del equipo colchonero ficharon las blaugrana a Mapi León en el verano del 2017. Fue la primera vez que se pagó un cantidad por el traspaso de una futbolista (50.000 euros). Una muestra de la apuesta que hacía el club barcelonista que ha desembocado en la hegemonía actual.
El equipo llega cansado pero es el último partido, es una final y no hay excusa” Pere RomeuEntrenador del Barcelona
Entonces, la central zurda aragonesa, que la semana que viene cumple 30 años, hizo las maletas para unirse a Alexia Putellas, Hermoso, Mariona, Losada y Paños y cambió de rumbo de la historia del fútbol femenino español, unido también a los primeros pinitos de unas Patri Guijarro y Aitana Bonmatí que empezaban su incipiente carrera, ahora imparable.
“Es un Barça todopoderoso”, define Lola Gallardo, la portera atlética, que conoce bien a algunas piezas clave del vestuario blaugrana. “Están dolidas por no ganar la Champions. Pero sé que son ambiciosas y querrán quitarse ese mal recuerdo”, admite Gallardo, que levantó la Copa en el 2023.
“Tras un golpe es raro no reunirse pero en la selección hemos vuelto a pensar en fútbol” Salma ParallueloDelantera del Barcelona
En El Alcoraz se enfrentan los dos últimos campeones del torneo pero sus caminos no pueden ser más antagónicos. El Barcelona endosó un apabullante 8-0 a la Real Sociedad hace un año mientras que, hace dos, el Atlético derrotó en los penaltis al Real Madrid en una edición en la que las barcelonistas fueron descalificadas por una alineación indebida de Geyse.
Pero la grieta entre ambos, con el tiempo, se ha abierto separándolos. El Barça ha vencido los últimos diez duelos directos, con 38 goles a favor, seis de ellos en abril en el Johan Cruyff (6-0). El Atlético, que lleva seis enfrentamientos sin marcar un tanto, no derrota a las barcelonistas desde hace cuatro años (1 de junio del 2021), cuando derrotaron 4-3 en Alcalá de Henares a un equipo que ya era campeón de liga y venía de ganar por primera vez la Champions League en Göteborg. Pero una final siempre es diferente y las colchoneras tienen el ejemplo del Arsenal en Lisboa.
Conozco a muchas del vestuario del Barcelona. Están dolidas por no ganar la Champions pero sé que son ambiciosas y querrán quitarse ese mal recuerdo” Lola GallardoPortera del At. Madrid
La preparación para la final no ha sido sencilla para el cuerpo técnico de Pere Romeu, que ha visto cómo se quedaba sin las jugadoras internacionales, a las que no recuperó hasta el jueves. El martes, la roja acabó el España-Inglaterra con ocho blaugrana en el césped de Cornellà cuando Jana Fernández sustituyó a la madridista Olga Carmona. Además, no todas llegaron sanas porque Rolfö sufrió un esguince en el tobillo con Suecia y es baja. Mientras, su homólogo colchonero, Víctor Martín, perdió menos efectivos en los entrenamientos y lleva más de dos semanas con la final de Copa en la cabeza. “Si el equipo llega cansado, llega cansado pero es el último partido, es una final y no hay excusa. Esto es una oportunidad para rehacernos y para levantar un título”, arengó Romeu para convertir las lágrimas en alegría.
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