Actividad económica del sur de México continúa en crisis

Durante los primeros tres meses de 2025, la economía del sur del país cayó 1.3% a tasa trimestral, con lo cual hiló tres trimestres con variación negativa en su actividad económica, colocando a la región en una situación de crisis.
“Este desempeño está vinculado a la tendencia a la baja en la minería que está precisamente relacionada con una reducción de la plataforma de producción petrolera y también la correspondiente del gas”, explicó en conferencia de prensa Alejandrina Salcedo Cisneros, directora general de Investigación Económica del Banco de México (Banxico).
De acuerdo con Reporte sobre las economías regionales, enero-marzo 2025, publicado por Banxico, esta contracción respecto al trimestre anterior también se vio reflejada en las regiones norte con 0.6%, y centro con 0.9%, mientras la zona centro norte fue la única con crecimiento, de 2.1%; estos resultados se traducen en un crecimiento nacional de 0.2% de la actividad económica.
“La economía mexicana está transitando por un periodo de debilidad, hemos visto una desaceleración desde 2023 y a este entorno se suma el contexto complejo externo con amplia incertidumbre que está influyendo en las decisiones de inversión y consumo”, añadió la experta.
La región sur comprende a, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Quintana Roo, Yucatán, Veracruz Campeche y Tabasco, estos dos últimos con economías fuertemente vinculadas al sector de hidrocarburos; “en el periodo enero-marzo, la producción de petróleo y gas, que ya se encontraba en niveles históricamente bajos, siguió disminuyendo de manera importante respecto del trimestre previo”, señala el reporte.
Los empresarios del sur consultados por Banxico atribuyen esta caída a la declinación natural de pozos maduros, fallas operativas en yacimientos como Ayatsil (Campeche) y Xanab (Tabasco), y condiciones climáticas que interrumpieron operaciones costa afuera.
Petróleos Mexicanos (Pemex) jugó un rol central en esta dinámica, al reducir su gasto en exploración y desarrollo, lo que disminuyó la perforación activa y la demanda de servicios; los retrasos en pagos a sus proveedores generaron crisis de liquidez en el sector; a esto se sumó la cancelación de contratos ya autorizados por la paraestatal y la falta de claridad regulatoria para inversión privada.
El sector de minería se contrajo 3.4% a nivel nacional, cuya mayor caída se observa en la región norte, con 4.2%; la construcción en el sur tuvo una baja de 19.9% trimestral.
Los directivos, además de la conclusión de los tramos 6 y 7 del Tren Maya, identificaron como principales obstáculos el alza en costos de materiales, la incertidumbre política-económica, plazos prolongados para permisos de construcción, y retrasos en asignación de recursos públicos por cambios administrativos y ajustes presupuestales en Campeche y Chiapas. A nivel nacional, el sector creció 0.7% trimestral.
Fortaleza manufacturera.
El crecimiento de la región centro norte está “vinculado a la recuperación del sector agropecuario y a la demanda externa de manufacturas” que crecieron 1.6 y 2,0% respectivamente; la minería con una expansión de 6.2%; construcción 2.0%; comercio 1.1%; y turismo 0.2%; lo que convierte a esta región en la única que no tuvo decrementos en alguno de los sectores evaluados por Banxico.
Esta región engloba a Aguascalientes, Baja California Sur, Colima, Durango, Jalisco, Michoacán, Nayarit, San Luis Potosí, Sinaloa y Zacatecas, que vieron ampliaciones en las industrias tequilera, alimentaria, confitería, y atunera.
Además, la industria electrónica se benefició del aumento en las exportaciones de equipos de telecomunicación para inteligencia artificial hacia Estados Unidos, y la automotriz mantuvo su producción impulsada por la demanda de vehículos SUV y sedanes.
Expectativas
La incertidumbre externa como posibles cambios en políticas de Estados Unidos y desafíos internos en materia de inseguridad, eventos climáticos, y consolidación fiscal, plantean riesgos para la recuperación, que perjudicarían a las regiones con fuerte vinculación comercial o de remesas con el exterior.
En este escenario, señala Banxico, es necesario fortalecer las fuentes internas de crecimiento. El T-MEC ofrece una ventana para integrar cadenas de valor regionales, mientras la inversión en infraestructura, como el Tren Maya o el Corredor Interoceánico, puede mejorar conectividad y atraer capitales.
También es importante priorizar la formación de capital humano y la adopción tecnológica será esencial para aumentar productividad y competitividad, especialmente en sectores estratégicos como manufactura avanzada o agroindustria.
Eleconomista