EE.UU. y China recuperan el pacto y la tregua comercial para frenar la escalada de tensión

Después de dos días de sesiones maratonianas, en especial este martes, Estados Unidos y China alcanzaron en Londres un acuerdo marco para recuperar y restaurar la implementación del pacto comercial de Ginebra, según dijeron representantes de ambos lados, rubricado a mediados de mayo en la ciudad Suiza. Este paso va encaminado a reducir las tensiones económicas que se han disparado en estas últimas semanas.
“Las dos economías más grandes del mundo hemos llegado a un acuerdo para un marco comercial. Vamos a empezar a aplicarlo tras la aprobación del presidente Trump y China también obtenga la del presidente Xi. Este es el proceso a seguir”, explicó en la capital británica el secretario de Comercio, Howard Lutnick, junto al representante comercial de EE.UU. Jamieson Greer. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, tuvo que abandonar la reunión antes de concluirse porque debía volar de vuelta a Washington porque este miércoles debe comparecer en el Congreso.
Uno de los negociadores chinos, Li Chenggang, asintió a las palabras de Lutnick y dijo que los dos lados “estamos de acuerdo en principio”. Un objetivo clave en la negociación para los representantes de Washington consistía en que China acelerará la exportación de minerales de tierras raras y los imanes que las contienen como los emisarios de Pekín aceptaron en Ginebra.
A cambio, la delegación china, liderada por el viceministro He Lifeng, hombre de máxima confianza del Xi Jinping, requirió a Estados Unidos un significativo aligeramiento de las restricciones en la venta de tecnología y otros productos estadounidenses a China.
El tribunal de apelación reitera vigentes por ahora los aranceles que un tribunal consideró ilegalesEl cierre del encuentro coincidió con la decisión de la corte de apelación de seguir manteniendo la vigencia de los aranceles recíprocos, una decisión ya tomada el 29 de mayo, después de que, un día antes, tribunal comercial federal, con base en Nueva York, declarara ilegales esos gravámenes. Los jueces de apelación ratificaron este martes la vigencia temporal, a la espera de escuchar los argumentos orales de cada parte el próximo 31 de julio.
Los negociadores de Londres no desvelaron exactamente en que se han puesto de acuerdo como parte de ese marco, lo que podría generar una continua incertidumbre sobre la tregua comercial. Y evidencia de que este proceso requiere el visto bueno de Trump para desentrañar algunos de los controles que pidieron los representantes de Pekín.
Lutnick destacó la relevancia que tuvo en esta negociación la llamada que la semana pasada mantuvieron los dos presidentes, Donald Trump y Xi Jinpinng.
El pacto de Ginebra supuso establecer una pausa de 90 días, que vence el 12 de agosto, para negociar los gravámenes. Durante ese paréntesis, EE.UU. rebajó del 145% al 30% los impuestos a las exportaciones chinas, mientras que Pekín recortó del 125 al 15% las importaciones procedentes de EE.UU.
Este nuevo acuerdo restituye el pacto que facilitó que ambas partes redujeran los aranceles y debería resolver cuestiones relacionadas con los citados minerales de tierras raras, asunto que propició la acusación de Trump de que China había roto el pacto de Ginebra y ralentizaba las exportaciones de estos elementos, básicos para industrias avanzadas de EE.UU.
China procesa prácticamente todos los materiales raros, un grupo de 17 metales usados en una amplia gama de productos en defensa, medicina y sector tecnológico. Como parte de las represalias por el incremento de lo aranceles de Trump, Pekín restringió este mes las exportaciones de varios de estos minerales, incrementando el riesgo de que las industrias de EE.UU. se enfrentaran a la escasez.
“Ya no debería haber cuestiones respecto a la complejidad de los productos de tierras raras”, sostuvo Lutnick al finalizar la reunión, haciéndose eco de las palabras que dijo Trump tras conversar con Xi.
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