El Gobierno intensifica la acumulación de reservas para consolidar la baja de la inflación

La autorización para emitir nueva deuda en moneda extranjera, junto con la expansión de líneas de crédito internacionales, busca optimizar el esquema de vencimientos.
Dos meses después del entendimiento con el Fondo Monetario Internacional y la implementación del nuevo sistema de flotación cambiaria dentro de bandas, el Ejecutivo ajustó ciertos aspectos de su programa económico con la intención de fortalecer las reservas internacionales.
Según interpreta el mercado, el propósito sería evitar desvíos en el proceso de reducción de la inflación en este año electoral.
El desafío que implica acumular reservas bajo el nuevo esquema —sin restricciones para individuos y con algunas limitaciones para empresas— comenzó a generar preocupación en los mercados, que lo ven como un indicio de posible inestabilidad.
Ricardo Delgado, economista y director de la consultora Analytica, advirtió que “si no hay una dinámica de acumulación de reservas, el riesgo país no va a bajar y eso va a incapacitar, también escrito dentro del acuerdo con el Fondo, volver a los mercados voluntarios de deuda”.
El especialista también se refirió al impacto de la demanda de divisas por parte de pequeños ahorristas: “ahora se agregó un nuevo demandante en el mercado de dólares oficiales que es Doña Rosa”, aludiendo al público minorista. “Doña Rosa ya está demandando arriba de USD 1.000 millones por mes y eso obviamente sale de las reservas del Central”.
Analytica calcula que el desequilibrio externo podría alcanzar entre el 2,5% y el 3% del Producto Interno Bruto en 2025. “Estamos hablando de más de USD 18.000 millones que hay que financiar este año”, señaló Delgado.
Entre las recientes decisiones oficiales, se destacan la autorización para que el Tesoro emita bonos en pesos que puedan ser suscritos con dólares con un tope mensual de USD 1.000 millones, y la ampliación del acuerdo de financiamiento conocido como Repo, concretada el miércoles.
Con estas medidas, el Gobierno busca fortalecer el nivel de reservas sin que el Banco Central intervenga en el mercado dentro de las bandas de flotación. Asimismo, se habilitó al Tesoro a comprar divisas, una alternativa que antes estaba descartada.
Respecto a esta posibilidad, el asesor financiero Federico Domínguez consideró positiva la opción de que el Tesoro adquiera reservas utilizando pesos provenientes del superávit fiscal. En su opinión, esto representa “una señal de fortaleza en el momento adecuado”, especialmente porque “cuando recién saliste del cepo, tenías que dar la señal de que no habría competencia por la oferta de dólares del sector privado”.
Con una presión cambiaria más moderada, Domínguez opinó que “el tipo de cambio es menos relevante” y que “el peso vuelve a ser unidad de cuenta”. Además, subrayó que las recientes adquisiciones de divisas, junto con la colocación de deuda y la entrada de dólares provenientes de privatizaciones o licitaciones, colaboran con el propósito de “ofrecer máximas garantías a los mercados”.
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