Cenar huevo ayuda a dormir mejor, sacia y no engorda

El huevo es uno de los alimentos más completos que existen y, aunque durante años se ha evitado en la cena por temor a “subir de peso”, diversos estudios nutricionales lo reivindican como una excelente opción nocturna.
Incluirlo en la última comida del día no sólo es seguro, sino benéfico: ayuda a conciliar el sueño, genera saciedad y aporta nutrientes sin excederse en calorías.
Según la Academia Trinity Hall Cambridge, las proteínas del huevo favorecen la producción de melatonina, la hormona encargada de regular el sueño y relajar los músculos, lo que permite un descanso más profundo.
Además, contiene triptófano, un aminoácido que impulsa la creación de serotonina, esencial para equilibrar los ciclos de sueño y vigilia.
Por si fuera poco, comer huevo por la noche evita los atracones nocturnos. Su alto contenido proteico produce una sensación de saciedad prolongada, lo que reduce la necesidad de consumir más alimentos antes de dormir, según el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (NIH).
Los mitos que siempre hubo al respecto eran que “el huevo engorda” o que “eleva el colesterol”. Sin embargo, la Asociación Americana del Corazón recomienda de uno a dos huevos al día, destacando su valor nutrimental y desmitificando ideas obsoletas.
Con aproximadamente 75 calorías por pieza, el huevo contiene seis gramos de proteína de alta calidad, grasas saludables, y nutrientes clave como colina, vitamina A, D, E, fósforo, selenio y Omega-3.
Además de favorecer el descanso, el huevo ayuda a regular la presión arterial, reducir triglicéridos, mejorar la salud ocular y fortalecer la memoria gracias a su aporte de luteína, zeaxantina y colina.
Con información de El Universal
CT
informador