Perfecto para relajarse y disfrutar de la naturaleza: hermoso recorrido por una zona de Transilvania rodeada de iglesias barrocas de madera
El norte de Rumanía esconde uno de los secretos más importantes y atractivos del país: las iglesias de madera de Maramures. Se trata de una zona rural en la región de Transilvania a pocos kilómetros de la frontera con Ucrania donde la vida transcurre a cámara lenta, casi todo se hace de manera tradicional y el entorno invita a relajarse y disfrutar de sus encantos. Estas iglesias datan de los siglos XVII y XVIII y son un ejemplo excepcional de la arquitectura religiosa de madera, que ha sido una tradición en la región durante siglos.
Las iglesias de madera de Maramures surgieron como consecuencia de la prohibición impuesta por los húngaros católicos a los rumanos ortodoxos de levantar edificios religiosos hechos de piedra. El objetivo era que no se construyeran iglesias que perduraran en el tiempo y se lograra imponer el catolicismo sobre la religión ortodoxa. Por ello, estas obras arquitectónicas son más que un símbolo religioso, representan las luchas del pueblo rumano para conservar la tradición ortodoxa y merece la pena visitarlas.
Aunque se estima que en la región de Maramures hay alrededor de cien iglesias de madera, sólo ocho forman parte de la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1999.
Surdesti
Es un punto ideal para iniciar el recorrido de conocer estos monumentos arquitectónicos. Es una iglesia que fue construida en 1721 y está dedicada a los ángeles Miguel y Gabriel. En su interior guarda pinturas de finales del siglo XVIII en un excelente estado de conservación. Es considerada la iglesia de madera más alta del mundo ya que posee un esbelto campanario que por sí solo mide 54 metros.
San Parascheva de Desesti
Construida en 1770 es una iglesia dedicada a Santa Parascheva. Se trata de una construcción que se levantó tras los incendios de una iglesia anterior. Cuenta la leyenda que la nueva ubicación fue elegida por la piedra del altar de la iglesia, ya que los aldeanos trataron de levantar la piedra en varios lugares pero siempre se caía. Después de cinco intentos fallidos finalmente la roca se quedó en pie y allí se estableció el lugar de la fortificación religiosa.
La construcción se caracteriza por tener un tejado dividido en dos zonas bien diferenciadas. Su estilo es un poco más rudo que el del resto de las iglesias y en su interior expone varias pinturas de 1780 que representan el Juicio Final.
Una de las más antiguas del conjunto construida en 1643 utilizando únicamente madera de roble. Se caracteriza por la escasa altura de su campanario y por albergar un espectacular fresco barroco dedicado a la Coronación de la Virgen María. A sus alrededores hay un cementerio que es necesario atravesar para llegar al interior de la iglesia.
Plopis
A tan sólo 16 kilómetros de la Iglesia de Surdesti encontramos una construcción del año 1791 que también está dedicada a los arcángeles Miguel y Gabriel. Con una estructura muy similar a la de Surdesti, en su interior conserva en muy buen estado pinturas de finales del siglo XIX.
Consagrada a la Presentación de la Virgen, la iglesia de Barsana es una auténtica joya debido a su interior repleto de frescos y pinturas de influencia barroca y rococó, con una decoración de colores luminosos. Fue construida en 1720 y en 1806 se levantó encima de la colina de Jbar, una ubicación diferente a la original. Muy cerca de la iglesia, en la otra colina, se ubica el Monasterio de Barsana, formado por varios edificios del siglo XVI .
Ieud Deal
La iglesia de Ieud Deal se construyó originalmente en el siglo XV, pero posteriormente se quemó y el edificio que se conserva hoy día data de una reconstrucción realizada en el siglo XVII. Es un recinto que despierta gran interés entre los visitantes sobre todo por los íconos que decoran su interior.
Su construcción data de 1620 y alberga en su interior numerosos frescos de finales del siglo XVIII. Una de las curiosidades del edificio es que tiene una media luna debajo de la torre que se hizo con el objetivo de proteger la edificación religiosa de los tártaros.
Rogoz
A diferencia del resto de iglesias de madera de Maramures, esta presenta en su exterior una ornamentación bastante excesiva que data de 1663. Para su construcción se utilizó únicamente madera de olmo y en su interior se pueden apreciar varias pinturas de finales del siglo XVIII en excelente estado de conservación.
Aunque se trata de una ruta de pocos kilómetros relativamente, para visitarlas lo mejor es hacer un recorrido en coche que dure al menos dos o tres días y poder combinarlo con otros atractivos de la zona. Las distancias en Maramures no son muy grandes pero al tratarse de carretas comarcales hay muchas curvas en los desplazamientos, por lo que se recomienda ser precavidos.
20minutos
