La luz atraviesa la cabeza humana mientras científicos de Glasgow rompen los límites de la imagen cerebral

Científicos de la Universidad de Glasgow han demostrado que la luz puede viajar de un lado a otro de la cabeza humana. Esto abre nuevas perspectivas para la investigación no invasiva del cerebro, especialmente en sus partes más profundas. Aunque la tecnología aún se encuentra en sus primeras etapas, este descubrimiento revolucionario podría revolucionar el diagnóstico neurológico.
Hasta ahora, los escáneres cerebrales ópticos, como la espectroscopia funcional de infrarrojo cercano (fNIRS), se han limitado a las capas superficiales del cerebro. Esta técnica, apreciada por su portabilidad y bajo coste, permitía analizar la actividad cerebral midiendo la absorción de luz por la sangre, pero solo alcanzaba 4 centímetros de profundidad, lo que la hacía inútil para obtener imágenes de estructuras más profundas como el hipocampo, responsable de la memoria, o la amígdala, el centro de las emociones.
Un equipo de la Universidad de Glasgow, dirigido por el Dr. Tim Durduran, llevó a cabo un experimento que muchos creían pura fantasía. Mediante láseres potentes y detectores hipersensibles, los investigadores enviaron un haz de luz pulsada a un lado de la cabeza de un voluntario adulto, colocando un detector en el lado opuesto.
"Esta es la primera vez que ha sido posible rastrear fotones que pasaron por el punto más ancho de la cabeza humana", escribieron los investigadores en un artículo publicado en la revista Neurophotonics .
Para confirmar los resultados, el equipo también realizó simulaciones informáticas avanzadas. Descubrieron que el movimiento real de la luz a través de la cabeza coincidía con los modelos matemáticos. Además, la luz no viaja aleatoriamente, sino que tiende a elegir caminos más fáciles, como el líquido cefalorraquídeo, que la dispersa menos.
Por ahora, el método solo funciona en condiciones extremas. La medición requiere 30 minutos y un cuero cabelludo perfectamente liso y luminoso, preferiblemente sin pelo. Pero, como enfatizan los autores del estudio, el objetivo no es crear un dispositivo prefabricado, sino ampliar las posibilidades.
"Este caso extremo de detección de luz diametralmente a través de toda la cabeza podría inspirar a la comunidad a repensar las capacidades de la próxima generación de sistemas fNIRS", dijeron los investigadores.
En el futuro, gracias al desarrollo de esta tecnología, será posible desarrollar dispositivos ópticos portátiles que permitan monitorizar el estado del cerebro incluso fuera de los grandes hospitales. Esto podría resultar especialmente útil para diagnosticar accidentes cerebrovasculares, lesiones o tumores cerebrales, especialmente en lugares donde no hay acceso a resonancias magnéticas ni tomografías computarizadas.
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