Comprar días de vacaciones: la propuesta del Gobierno divide a las empresas entre la flexibilidad y el riesgo de desigualdad

La posibilidad de que los trabajadores “compren” días de vacaciones adicionales está generando debate no sólo en el parlamento y como una medida con impacto social, influyendo en la tan discutida conciliación laboral y familiar y en la salud mental, sino también en el mundo empresarial.
Para algunos, este es un paso esencial para fortalecer la autonomía y el bienestar de los trabajadores, en un momento en que se presta cada vez más atención a las condiciones laborales de las personas y se realizan esfuerzos para atraer y retener el talento. Sin embargo, otros advierten que esta medida podría generar desigualdad e incluso contribuir a enmascarar problemas estructurales.
En cualquier caso, la propuesta del Gobierno ya está surtiendo efectos y, si se convierte en ley, promete cambiar la relación entre empresas y empleados, pero muchas organizaciones ya están anticipando estos cambios.
¿Existen ventajas reales al ofrecer a los empleados la opción de añadir días de vacaciones a los garantizados por ley? ¿Se limitan estos beneficios a empleados individuales o pueden tener efectos positivos en las operaciones y los resultados de la organización? ¿Y cómo podemos garantizar condiciones equitativas para todos?
Comprar vacaciones: nueva propuesta del Gobierno
¿Qué es? Los trabajadores podrán comprar días de vacaciones adicionales, intercambiando parte de su salario por más tiempo de descanso.
¿Cómo funciona? La medida es voluntaria y está sujeta a acuerdo con el empleador. Hay un límite anual (por ejemplo, hasta 5 días).
¿Cuándo se debatirá? La propuesta forma parte del Programa de Gobierno y se prevé que se debata en el Parlamento en el segundo semestre de 2025.
Objetivo: Promover el equilibrio entre la vida personal y profesional.
SAPO entrevistó a cinco organizaciones (IDEA Spaces, KLx, ManpowerGroup Portugal, Olisipo y Zühlke) en las áreas de coworking y espacios comunitarios, campus tecnológicos, reclutamiento y subcontratación de talentos, consultoría tecnológica e innovación, para comprender cómo se está recibiendo esta propuesta y qué implicaciones puede tener para el futuro del trabajo en Portugal.
No se trata de perder un día de trabajo, sino de invertir en bienestar y productividad. — Íris Matos, IDEA Spaces
Para Íris Matos, Gerente de Personas y Operaciones de IDEA Spaces, la propuesta llega en un momento oportuno: «Llega en un momento en el que el debate sobre productividad, bienestar y salud mental ocupa un lugar destacado en las decisiones corporativas». La empresa ya implementa varias medidas de descanso y flexibilidad, como el «Viernes Cero», que permite dos viernes libres al mes, y el programa «Be OK», que ofrece apoyo psicológico y actividades de concienciación.
El funcionario argumenta que la medida debe ir acompañada de un paquete de beneficios más sólido: «Es fundamental que las empresas adopten medidas concretas y medibles que tengan un impacto en las personas». Para IDEA Spaces, la propuesta del gobierno es bienvenida, pero no esencial: «IDEA no necesitará un modelo similar, ya que buscamos cumplir con las condiciones necesarias para brindar más días de vacaciones a nuestros empleados».
La flexibilidad laboral se valora cada vez más. El objetivo no es imponer días extra, sino dar autonomía. — Sara Mendes, KLx
En KLx, esta medida ya es una realidad. Desde 2024, los empleados pueden adquirir días de vacaciones adicionales a través de la plataforma de beneficios de la empresa. «La flexibilidad laboral es una característica cada vez más valorada por los empleados», afirma Sara Mendes, directora de Personas y Talento. La empresa también ofrece 120 días de teletrabajo al año y horarios flexibles.
El mayor reto, según Sara, es la comunicación: «Queremos que sea un beneficio funcional, no una molestia burocrática». Aun así, cree que la medida puede fortalecer la relación entre empleador y empleado, siempre que se adopte con responsabilidad: «Necesitamos desmitificar aún más los beneficios laborales y adoptarlos como una herramienta».
Esta propuesta puede fortalecer la fidelización y atraer talento. — Rui Teixeira, ManpowerGroup
Rui Teixeira, Director General de ManpowerGroup Portugal, considera la propuesta como una respuesta a las nuevas demandas del mercado laboral. «Según nuestra investigación, el 49 % de las personas experimenta estrés laboral a diario y el 93 % considera la flexibilidad importante en su vida profesional». La empresa ya ofrece hasta 13 días adicionales al año, además de un modelo híbrido e iniciativas de bienestar físico y mental.
A pesar del entusiasmo, Rui advierte sobre la necesidad de una regulación clara: «Definir los límites y las condiciones de aplicabilidad será esencial, siendo la negociación en consulta social un paso crucial». Y añade: «Hoy en día vemos que muchos trabajadores están dispuestos a hacer este equilibrio entre salario y días de vacaciones».
No todo el mundo tiene la misma capacidad financiera para ganar tiempo. — Paula Peixoto, Olisipo
Olisipo adopta una postura más crítica. Paula Peixoto, directora de Personas y Cultura, reconoce el potencial de la medida, pero advierte del riesgo de desigualdad: «Aunque la medida se presente como proporcional, lo cierto es que beneficia principalmente a quienes tienen un mayor margen salarial». Para la empresa, el bienestar debe ser accesible para todos, independientemente de su situación económica.
El funcionario enfatiza que la propuesta solo será efectiva si se integra en una cultura de cuidado: «Podríamos caer en la tentación de usar esta medida como una 'solución mágica' a problemas estructurales como el exceso de trabajo o la falta de apoyo». Olisipo se compromete con una política de seguimiento cercano y escucha activa, con apoyo psicológico gratuito y formación continua.
Dar autonomía para gestionar el propio tiempo es una muestra de confianza y de aprecio por la individualidad. — Ana Correia, Zühlke
En Zühlke, la propuesta es bien recibida, pero la empresa prefiere ofrecer días libres sin reducción salarial. «Ofrecemos beneficios como días libres adicionales, horarios flexibles y la posibilidad de solicitar un año sabático», explica Ana Correia, Gerente de Recursos Humanos. La empresa también ofrece tres días libres adicionales al año, conocidos como «Días Creativos».
Ana enfatiza que la medida puede ser positiva, pero debe estar bien estructurada: «Dar a los empleados la capacidad de gestionar su tiempo de forma más autónoma es una señal de confianza. Pero es fundamental que esta medida complemente una estrategia más amplia, con políticas equitativas accesibles para todos».
Una medida con potencial, pero que requiere cautelaLa propuesta de permitir a los empleados comprar días de vacaciones adicionales va más allá de ser una mera cuestión administrativa. Aborda temas centrales de la cultura organizacional contemporánea: bienestar, equidad, autonomía y confianza. Para algunas empresas, como KLx e IDEA Spaces, es una extensión natural de las prácticas existentes que priorizan a los empleados en su estrategia. Otras, como Olisipo y Zühlke, advierten sobre los riesgos de la desigualdad y la necesidad de un enfoque más sistémico e inclusivo.
Lo que está surgiendo en todos los ámbitos es la creciente apreciación de la flexibilidad como factor de retención y motivación. Ya sea mediante días adicionales, horarios flexibles o apoyo a la salud mental, las organizaciones están rediseñando el trabajo para satisfacer las expectativas de una fuerza laboral cada vez más consciente de su valor y sus necesidades.
Si se implementa esta propuesta gubernamental, su impacto dependerá menos de la letra de la ley y más de cómo cada empresa la interprete e integre en su modelo de gestión. El verdadero reto será garantizar que el tiempo de descanso no se convierta en un privilegio, sino en una herramienta accesible y eficaz para construir entornos laborales más humanos, sostenibles y productivos.
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