Gripe, virus o dengue: aprende a identificar cada enfermedad

Recientemente (19) la ciudad de São Paulo declaró el estado de emergencia pública por dengue. Además, enfermedades estacionales como la gripe y otros virus circulan cada vez con mayor frecuencia debido al cambio climático. En este escenario, es esencial comprender exactamente cuál es la condición que se está tratando para poder aplicar un tratamiento más específico y efectivo.

El dengue, por ejemplo, tiene algunos medicamentos que están contraindicados porque pueden empeorar la enfermedad o causar complicaciones. Los antiinflamatorios, corticoides, paracetamol y antibióticos son algunos ejemplos que deben evitarse. Además, existen niveles de la enfermedad, algunos pueden sentirla más intensamente y otros menos, con pautas diferentes.

Con síntomas que pueden parecer similares, como fiebre, dolor de cabeza y dolores corporales, distinguir entre gripe, virus y dengue puede ser un desafío. Sin embargo, cada una de estas enfermedades tiene signos específicos que ayudan al diagnóstico, como explica el infectólogo Igor Thiago Queiroz, miembro de la Sociedad Brasileña de Infectología.

Según Queiroz, la principal diferencia está en los síntomas respiratorios. "El dengue, a diferencia de la gripe y otros virus comunes, no suele cursar con secreción nasal, tos o estornudos", explica. La gripe suele ir acompañada de dolor de garganta, congestión nasal y, en algunos casos, dificultad para respirar. Los virus gastrointestinales, como los norovirus y los rotavirus, tienden a causar náuseas, vómitos y diarrea.

Otro punto importante es identificar las señales de alerta. “Si hay dolor abdominal intenso, vómitos persistentes, mareos al ponerse de pie o manos frías, esto puede indicar que el dengue está progresando a un cuadro más grave”, señala el especialista. Destaca que, al notar estos síntomas, es fundamental buscar atención médica inmediata.

El dengue se puede diagnosticar clínicamente, considerando los síntomas y la situación epidemiológica de la región, pero la confirmación se realiza mediante pruebas de laboratorio. "En la primera semana, el antígeno NS1 o la RT-PCR detectan el material genético del virus. La serología IGM puede confirmar la infección siete días después del inicio de los síntomas", explica Queiroz.

Para cualquiera de estas enfermedades, el tratamiento básico incluye reposo, hidratación constante y medicación sintomática, como analgésicos (Dipirona o Paracetamol). Sin embargo, Queiroz advierte: “En el dengue, los antiinflamatorios y corticoides están contraindicados, pues aumentan el riesgo de sangrado”.

La prevención también sigue diferentes caminos. Contra el dengue, es fundamental eliminar los criaderos del Aedes aegypti, utilizar repelentes y ropa que cubra la piel, además de la vacunación disponible para adolescentes de 10 a 14 años a través del SUS. Para la gripe y los virus respiratorios, la recomendación incluye el uso de mascarillas, la higiene de manos y mantener la distancia con personas enfermas.

Ante síntomas inespecíficos, el consejo del infectólogo es claro: “Descansar, mantenerse hidratado y, si se observan signos de empeoramiento, buscar ayuda médica. Un diagnóstico correcto es fundamental para evitar complicaciones”.