Los BRICS condenan el aumento de aranceles y la destrucción del multilateralismo

Los aranceles impuestos por el presidente de Estados Unidos al resto del mundo son un factor de inestabilidad y tensión en los mercados internacionales. Se formula la acusación, pero el autor no aparece en la declaración final de la cumbre.
epa12221337 El primer ministro indio, Narendra Modi (izq.), el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva (centro), y el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, asisten a la cumbre de los BRICS en Río de Janeiro, Brasil, el 6 de julio de 2025. Los BRICS iniciaron su primera cumbre el 6 de julio en Río de Janeiro desde que el foro se expandió de cinco a once miembros, en medio de las tensiones generadas por la guerra comercial desatada por el presidente estadounidense, Donald Trump, y los conflictos en Oriente Medio y Ucrania. EPA/ANTONIO LACERDA
Los líderes de los BRICS, el bloque de países emergentes, condenaron, en la 17ª cumbre celebrada en Brasil hasta este lunes, el aumento de tarifas aduaneras planeado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump -quien eligió realizar la reunión para anunciar aranceles adicionales del 10% a las exportaciones del bloque a Estados Unidos-.
El bloque emitió un comunicado expresando su "seria preocupación" por el aumento de aranceles, que, según afirmó, era "incompatible con las normas de la OMC (Organización Mundial del Comercio)". En una indirecta a Estados Unidos (ya que no se menciona el país de Trump), el bloque afirmó que las restricciones "amenazan con reducir el comercio mundial, perturbar las cadenas de suministro globales y generar incertidumbre".
Estados Unidos compró casi 650 000 millones de dólares a países de la UE en 2023, una cifra muy superior a los 294 900 millones de dólares en sentido inverso. Datos de la Organización Mundial del Comercio (OMC) indican superávits comerciales con Brasil y los Emiratos Árabes Unidos (EAU), siendo las importaciones estadounidenses en este último caso prácticamente nulas. Por lo tanto, los 24 900 millones de dólares vendidos a los EAU prácticamente no tienen contrapartida en importaciones, mientras que con Brasil el superávit ronda los 3 000 millones de dólares.
La situación es mucho menos positiva para las arcas estadounidenses. En cuanto a las relaciones con China, la tendencia es más que clara: el gigante asiático exportó 448.000 millones de dólares (381.200 millones de euros), frente a los 147.800 millones de dólares (125.900 millones de euros) en sentido inverso.
Indonesia también mantiene una relación prácticamente unidireccional, con exportaciones de 28.100 millones de dólares (23.900 millones de euros) y ninguna contrapartida significativa en importaciones procedentes de Estados Unidos. India, por su parte, presenta un superávit de bienes de unos 40.000 millones de dólares, casi el mismo valor de sus exportaciones a Estados Unidos en 2023.
Países como Irán y Rusia, severamente penalizados por las sanciones internacionales lideradas por Estados Unidos, tienen flujos comerciales casi inexistentes con los estadounidenses.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva afirmó que el negacionismo y el unilateralismo están “erosionando los avances del pasado y saboteando nuestro futuro”. Estas declaraciones se realizaron en la apertura de una sesión plenaria para discutir los planes para abordar el cambio climático y ampliar el acceso a la atención médica, especialmente en los países en desarrollo, dos de las prioridades de la presidencia brasileña del grupo. Lula celebró las acciones multilaterales como base para los avances en la protección del clima y la promoción de la salud, logrados en las últimas décadas, aunque también señaló los reveses: el calentamiento global, según el presidente, se está produciendo a un ritmo más rápido de lo previsto, mientras que las inversiones en combustibles fósiles se mantienen elevadas y no muestran signos de disminución. “Necesitamos tener acceso y desarrollar tecnologías que nos permitan participar en todas las etapas de las cadenas de valor. El 80 % de las emisiones de carbono son producidas por menos de 60 empresas. La mayoría de ellas opera en los sectores del petróleo, el gas y el cemento”, declaró Lula, según la prensa brasileña. Lula no mencionó, sin embargo, que en la mesa de la cumbre estaban sentados algunos de los mayores productores y consumidores de petróleo y gas del planeta: Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Rusia y China.
La declaración de 31 páginas del grupo, que también criticó las acciones militares israelíes en Oriente Medio, evitó las críticas de su miembro fundador, Rusia, y solo mencionó a Ucrania una vez. Lula da Silva, presidente y anfitrión de Brasil, también criticó la decisión de la OTAN de aumentar el gasto en defensa al 5 % del PIB de los estados miembros, señalando que «siempre es más fácil invertir en la guerra que en la paz». La declaración también criticó los ataques contra Irán sin mencionar a Estados Unidos ni a Israel, las dos naciones que los perpetraron.
Los líderes del BRICS expresaron su “grave preocupación” por la situación humanitaria en Gaza, pidieron la liberación de todos los rehenes, el regreso a la mesa de negociaciones y reafirmaron su compromiso con la solución de dos Estados.
El bloque ha duplicado su tamaño en el último año, y los analistas afirman que la consiguiente falta de cohesión podría poner en peligro su capacidad para convertirse en un pilar de los asuntos globales. También consideran la agenda moderada de la cumbre como un intento de los Estados miembros de pasar desapercibidos para Trump, lo cual, en cualquier caso, ha fracasado. Los analistas occidentales subrayan que la ausencia de los presidentes ruso y chino implica una «disociación» del propio bloque, pero las declaraciones de Moscú y Pekín sugieren lo contrario.
Fundado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, el bloque BRICS incorporó el año pasado a Indonesia, Irán, Egipto, Etiopía y los Emiratos Árabes Unidos. También creó una nueva categoría de «socios estratégicos», que incluye a Bielorrusia, Cuba y Vietnam.
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