Después del incendio, ¿cómo será el futuro de los bomberos?

El modelo actual, en opinión de Fábio Silva, exige un cambio en los supuestos de carrera, con salarios más altos para quienes poseen conocimientos y donde esta mejora salarial no se consiga simplemente mediante ascensos o cambios entre organizaciones: «Creo que es posible continuar con un sistema similar al actual, pero cambiando los supuestos con la meritocracia. El Estado no se orienta a los resultados».
Finalmente, el último experto consultado por Observador coincide con el diagnóstico de que « los bomberos necesitan estabilidad laboral », con especial atención a la remuneración. «Un jefe de bomberos en Pinhel puede ganar 1.500 euros, y el de Cacilhas, 3.000 euros, dependiendo de la remuneración que la asociación quiera otorgarles. Esto era esencial», aclara, y pide una profesionalización más integral, «con la participación del Ministerio del Interior y el Ministerio de Salud, con financiación permanente y basada en un análisis de riesgos».
Según el presidente del LBP, la historia, las instituciones implicadas y las características del propio país dificultan la importación de modelos de otros países para la gestión de bomberos. «Cada país tiene una estructura diferente: Francia cuenta con 80.000 profesionales y 230.000 voluntarios; España es distinta, con amplia autonomía; Alemania tiene una estructura ligeramente diferente entre las grandes ciudades y el campo; y Austria cuenta con unos 100.000 bomberos voluntarios. No existe una gran estandarización, y tenemos que elegir según nuestra identidad y capacidades», afirma.
Y mientras Fábio Silva suscribe la idea de que "es en este modelo que necesitamos la capacidad de crecer con él", descartando de inmediato el modelo español por las comunidades autónomas regionales, André Fernandes admite que el modelo francés, "con las adaptaciones necesarias, podría servir" a Portugal.
Sin embargo, el excomandante nacional de la ANEPC destaca la enorme brecha presupuestaria a este nivel entre Portugal y Francia. «El sistema francés cuesta al menos 2.500 millones de euros. La ANEPC cuenta con un presupuesto de unos 250 o 260 millones de euros, de los cuales unos 180 millones se destinarán a organizaciones humanitarias», recuerda. Esta cantidad se suma a los aproximadamente 34,8 millones de euros asignados en los Presupuestos Generales del Estado de 2025 para organizaciones humanitarias , o a los 75 euros diarios establecidos en el DECIR (Dispositivo Especial para la Lucha contra los Incendios Rurales).
«No hay un sistema como el nuestro», admite otro experto entrevistado por Observador, y continúa: «En la mayoría de los países latinoamericanos, por ejemplo, los bomberos son de origen militar. En España, pertenecen principalmente a regiones y municipios, y en Francia, son principalmente profesionales. No podemos rehacer nuestra historia».
Considerando la realidad de otros países y el impacto de una posible profesionalización de los bomberos a nivel nacional, António Nunes reitera que la solución reside en la formación de voluntarios y en otorgarles mayor autonomía de gestión. "Si tuviéramos un cuerpo nacional de bomberos profesional, necesitaríamos un presupuesto de 2.500 millones de euros. ¿Lo tenemos? Por lo tanto, necesitamos reforzar nuestra capacidad con voluntarios; es más viable económicamente".
Además de un mando nacional de bomberos, una mayor autonomía de Protección Civil y la coordinación con su estructura de mando, cuestiones de carrera y la posible profesionalización de más personal, el LBP advierte sobre las limitaciones para reclutar más recursos humanos y señala la edad. "Para reclutar bomberos, la edad máxima es de 45 años. En Francia, es de 55. Si tienes 46 años y quieres ser bombero voluntario, no puedes. Es necesario replantear el sistema ", insiste.
¿Estará el gobierno dispuesto a impulsar cambios en los sistemas de extinción de incendios y protección civil? António Nunes cree que hay "apertura" para dar este paso. "El gobierno ha dado señales muy claras de su disposición a colaborar con nosotros y a encontrar un sistema alternativo al actual, que ya ha demostrado ser inadecuado para la población", afirma.
observador