Flamengo cumplió con su deber en el debut mundialista

Flamengo hizo lo que tenía que hacer. Derrotó al Espérance de Túnez por 2-0 en Filadelfia, anotando un gol en cada tiempo, alternando momentos a lo largo del partido y sufriendo en la fase final, cuando aún ganaban solo 1-0, recordando la (casi) tragedia contra el Táchira de Venezuela en el Maracaná. El equipo necesita estar más atento e intenso, ya que sus próximos rivales serán más difíciles. Lo importante por ahora era sumar los tres puntos, lo que podría ayudarles a clasificar. Jorginho y Luiz Araújo fueron los mejores en la cancha.

El inicio del Flamengo fue alentador. Tenían el balón en los pies, controlaban el partido y marcaron un gol de Arrascaeta en el minuto 16, tras rematar un pase de Luiz Araújo. El problema fue que el equipo empezó a intercambiar demasiados pases, sobre todo en el mediocampo, y no generó más oportunidades, lo que permitió al Espérance intentar ocasionalmente jugadas de ataque. Así, desperdiciaron la oportunidad de aumentar el marcador, o incluso, quién sabe, de ganar el partido en la primera parte.

El equipo africano realizó dos cambios para la fase final, ambos en ataque, lo que indicaba que buscaban el empate. Maher Kanzari adelantó al equipo para dificultarle al Flamengo la salida del partido, ya que parecían demasiado lentos para tomar decisiones, lo que mantuvo la incertidumbre en torno al resultado. Lo que ocurre es que equipos como el Espérance no tienen nada que perder, y en cierto momento deciden soñar con algo que, en general, es muy difícil. Y como en el fútbol todo es posible, a veces lo consiguen. El partido empezó a complicarse, ya que un error podía arruinar la fiesta.

A los 15 minutos, empezaron a buscar una solución. Filipe Luis indicó cambios. A los 19, Plata y Bruno Henrique sustituyeron a Gérson y Pedro respectivamente, ya que Flamengo ya no podía jugar. A los 21, Belaili remató por tercera vez, y Rossi, esta vez, atajó con providencia. Espérance se convirtió en una amenaza.

Luego, a los 24 minutos, Luiz Araújo recibió el balón de Jorginho y disparó a la derecha, dejando sin opciones a Ben Said: 2-0. Con la ventaja, el equipo carioca se tomó un respiro, pero lo cierto es que los tunecinos no bajaron el ritmo y siguieron buscando al menos un gol, lo cual no ocurrió, ya que, en la práctica, sus jugadores carecieron de mayor habilidad.

Repitámoslo: lo importante era ganar tres puntos.

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