Mozambique: ONG pide protección para los niños

El Foro de la Sociedad Civil por los Derechos del Niño (ROSC), una organización no gubernamental mozambiqueña, ha pedido rendición de cuentas y más acción gubernamental ante un aumento del 525% en las violaciones graves contra los niños en los conflictos armados del país.

“La rendición de cuentas (…) forma parte de la prevención, porque no se trata solo de castigar. Cuando hay rendición de cuentas, las personas pueden aprender sobre lo que está mal y lo que no debe hacerse, pero también por qué es necesario brindar compensación y justicia a las familias, las víctimas y los sobrevivientes ”, declaró Benilde Nhalivilo, director ejecutivo de ROSC, en una entrevista con Lusa en Maputo.

El “Informe del Secretario General de la ONU sobre los niños y los conflictos armados 2024” indica que Mozambique fue el segundo país con el mayor aumento porcentual (525%) en violaciones graves contra los niños en conflictos armados en 2024, solo detrás del Líbano, según datos publicados el jueves.

“ Estamos muy tristes e indignados , pero más que eso está la idea y el deseo de trabajar cada vez más duro para evitar este tipo de situaciones”, afirmó el director de la ONG.

Agregó que los niños “ya eran víctimas de diversos otros tipos de violencia y también de situaciones como desastres naturales que los hacían más vulnerables” y “perpetuaban” los factores que los colocaban como parte de los grupos que son las principales víctimas.

El conflicto en curso en la provincia norteña de Cabo Delgado es uno de los “focos de ataques” contra niños y mujeres, dijo.

ROSC dice que está desarrollando, junto con sus socios, trabajo en el área de “niños en situaciones de conflicto y violencia armada” y capacitando a organizaciones de la sociedad civil, así como abogando por la responsabilidad estatal en esta materia.

Sabemos que la cultura de la violencia en nuestras comunidades se normaliza cada día más. Y también la cuestión de exigir responsabilidades a quienes cometen este tipo de actos, algo que nos gustaría ver cada vez más. Porque la responsabilidad de proteger a la infancia recae sobre todo en el Estado y también en todos los que formamos parte de esta sociedad», añadió.

Nhalivilo recuerda que Mozambique es “un destino de trata, un corredor y también un punto de salida de personas, y en particular de niños que son víctimas de trata”, señalando que hay niños con albinismo que han sido secuestrados y asesinados, con sus órganos extraídos.

“Esto no es en el contexto de Cabo Delgado, esto es en el contexto de una sociedad que es, en cierta manera, insalubre, y que necesita colocar a los niños en el centro de sus políticas públicas, de sus acciones, para la protección y defensa de los derechos de los niños”, dijo.

Los 16 años de guerra civil entre el Gobierno y la Resistencia Nacional Mozambiqueña (Renamo) también crearon “ una cultura de violación de los derechos de los niños ” y, por otro lado, el débil desempeño de las instituciones que deberían proteger a los niños, dice.

La impunidad a menudo triunfa sobre la justicia, incluso cuando se identifica a los autores de la violencia, afirmó el líder de la ONG, destacando un desafío persistente en Mozambique.

Las consecuencias de la violencia contra los niños son duraderas y dejan daños psicológicos de por vida. Las familias también están expuestas, en un contexto de servicios de salud mental frágiles, explica, destacando la necesidad de más recursos.

Desde octubre de 2017, la provincia de Cabo Delgado, rica en gas, se enfrenta a una rebelión armada con ataques reivindicados por movimientos asociados al grupo extremista Estado Islámico, que han provocado el desplazamiento de más de un millón de personas.

Solo en 2024, al menos 349 personas murieron en ataques de grupos extremistas islámicos en la provincia, un aumento del 36% en comparación con el año anterior, según datos publicados recientemente por el Centro de Estudios Estratégicos de África, una institución académica del Departamento de Defensa de Estados Unidos que analiza los conflictos en África.