Tras el apagón, llega el momento de hacer un balance energético

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Tras el apagón, llega el momento de hacer un balance energético

Tras el apagón, llega el momento de hacer un balance energético

Hace poco más de un mes, la Península Ibérica quedó sumida en la oscuridad. Las causas del apagón siguen siendo un misterio, aunque España continúa investigando el incidente y ya ha revelado que hubo tres fallos en el sistema eléctrico segundos antes del corte de luz. Sin embargo, aún no ha dado una explicación para este colapso energético.

Bruselas se ha mostrado disponible para ayudar a investigar las causas del apagón ibérico, pero mientras no hay certeza sobre lo ocurrido, el comisario europeo de Energía, Dan Jorgensen, afirmó que es posible aprender algunas lecciones de este fallo en el sistema ibérico, argumentando que es necesaria una "verdadera unión energética" , por lo que considera que es urgente invertir en una mayor integración, interconexiones y la modernización de la red.

Al mismo tiempo, anunció que a principios del próximo año se presentará una propuesta legislativa para revisar el marco de seguridad del suministro. El objetivo es reflexionar sobre el papel que desempeñarán la flexibilidad y el almacenamiento en el sistema, así como analizar y reflexionar sobre las amenazas físicas y cibernéticas.

En este caso, REN y E-Redes ya presentaron a ERSE el informe sobre el corte de suministro eléctrico ocurrido a finales de abril y las dos compañías utilizaron ese “informe para solicitar su clasificación como Evento Excepcional (EE)” .

Según el regulador, el incidente solo puede considerarse excepcional si cumple acumulativamente cuatro criterios: baja probabilidad de que ocurra el evento o sus consecuencias, siempre que cause una reducción significativa en la calidad del servicio prestado, que no sea razonable, en términos económicos, que los operadores de red eviten todas sus consecuencias y que el evento y sus consecuencias no sean atribuibles a los operadores de red.

Es cierto que los costes de puesta en marcha ya se conocían. «Los contratos para la prestación del servicio de arranque autónomo [un sistema que permite a los generadores arrancar cuando no hay más energía en la red ni tensión] con estas centrales se firmaron asumiendo un coste por el servicio de arranque autónomo de unos 240.000 euros anuales, en el caso de Castelo de Bode, y de 8.200 euros por arranque, a lo que se suma el gas consumido a precio de coste, en el caso de Tapada do Outeiro» .

Para evitar futuros incidentes, el presidente de ERSE ya ha defendido la necesidad de reforzar la resiliencia del sistema eléctrico ibérico con medidas concretas para prevenir, mitigar y responder a fallos a gran escala. Y, aunque reconoce que los sistemas eléctricos están preparados para soportar diversos eventos extremos, afirma que cuando se producen simultáneamente varios fallos improbables, resulta casi imposible evitar un corte de suministro, reconociendo que no se ha visto un apagón de esta magnitud en más de 40 años.

Peso de España

Para algunos expertos contactados por Nascer do SOL, el mercado energético ibérico, que comenzó el 1 de julio de 2007 con la creación del Mercado Ibérico de Electricidad (MIBEL), demostró nuestra dependencia de España. «La situación no es normal. REN presta un servicio público y cuando se cierran las centrales eléctricas firmes, que son las que se pueden regular, nos exponemos mucho más. Importar un tercio de España es una vulnerabilidad importante. Se puede importar de España, pero hay que mantener la seguridad, lo cual no ocurrió porque el sistema se vino abajo en cuanto España se desplomó. Era como si fuéramos una provincia de España» , confesó una fuente cercana al sector.

Esta dependencia, según él, comenzó en 2021 con el cierre de las centrales térmicas de carbón de Sines y Pego. «Si tenemos un sistema basado básicamente en fuentes intermitentes, como la solar y la fotovoltaica, si de repente hay alguna oscilación y necesita recuperarse, las fuentes fotovoltaicas y solares dejarán de funcionar porque se acabará el sol y el viento», afirma.

Luís Mira Amaral tiene una opinión diferente. «El MIBEL tiene todo el sentido, y es perfectamente lógico importar electricidad de España, siempre que el precio de las importaciones sea inferior al coste variable de las centrales que tendríamos que operar si no importáramos. Lo que necesitamos es tener la red ibérica preparada, lo cual no ha sucedido, y la red portuguesa preparada para poder responder de forma aislada si se produce un accidente en España, algo que podría repetirse», declaró a nuestro periódico.

¿La culpa es de las energías renovables?

Es cierto que las energías renovables son cada vez más importantes en la producción energética. Datos de la Asociación de Energías Renovables (APREN) muestran que, entre el 1 de enero y el 30 de abril de este año, se generaron 18.472 gigavatios-hora (GWh) de electricidad en Portugal continental, de los cuales el 82,2 % provino de fuentes renovables. Solo en abril, representaron más del 83 % de la energía producida.

Datos que sitúan a Portugal como el tercer país europeo con mayor incorporación de energías renovables en la generación eléctrica. Noruega (97,2%) y Dinamarca (83,3%) lideran la clasificación.

En cuanto a los precios, en el mismo período, el precio medio horario registrado en el Mercado Ibérico de Electricidad en Portugal representó un aumento del 91,1% en comparación con el mismo período del año anterior. Y en los primeros cuatro meses del año, se registraron 997 horas no consecutivas en las que la generación renovable fue suficiente para satisfacer el consumo eléctrico de Portugal continental. Según los mismos datos, las renovables permitieron un ahorro económico de 878 millones de euros en importaciones de energía, divididos entre gas natural (439 millones) y electricidad (439 millones). En declaraciones a Nascer do SOL , Pedro Amaral Jorge, presidente de la Asociación Portuguesa de Energías Renovables (APREN), afirmó que Portugal cuenta con tres grandes fuentes de energía renovable: hidroeléctrica, eólica y solar fotovoltaica, que, según el Plan Nacional de Energía y Clima, deberían adquirir mayor importancia. « Nuestra expectativa en cuanto a la matriz energética es tener aproximadamente un tercio de cada una y, por lo tanto, representar entre el 85% y el 90%. Y luego incorporar bioenergía procedente de residuos y biomasa». "También tenemos zonas geotérmicas, como las Azores, y, obviamente, siempre puede haber desarrollos tecnológicos que nos traigan sistemas que obtengan su electricidad de fuentes diferentes a las que conocemos" , pero afirma que "la masificación que veremos en los próximos 15, 20 años será claramente en solar, fotovoltaica, eólica terrestre y marina , siempre complementada con energía hidroeléctrica" .

Jornal Sol

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