Arqueólogos descubren una caja de herramientas de 30.000 años de antigüedad que revela lo que llevaban los cazadores

Un descubrimiento en la República Checa ha conmovido al mundo arqueológico: una caja de herramientas magníficamente conservada, que data de hace unos 30.000 años, ha revelado los secretos de la vida cotidiana de un cazador de la Edad de Hielo y su lucha por la supervivencia. Este hallazgo personal y conmovedor ofrece una perspectiva única sobre lo que los pueblos prehistóricos llevaban consigo durante la caza y la migración.
Todo comenzó por casualidad, cuando una carretera se derrumbó en el pueblo de Milovice en 2009. El derrumbe reveló sótanos subterráneos olvidados y, en el interior, los investigadores encontraron una colección de 29 hojas y puntas de piedra, aparentemente cuidadosamente empaquetadas dentro de una bolsa de cuero.
Si bien la mayoría de los yacimientos prehistóricos consisten en montones de escombros mezclados durante miles de años, este hallazgo se encontraba impresionantemente intacto. La datación a partir de los residuos de un hogar cercano, huesos de caballo y reno, y fragmentos de carbón vegetal confirmaron que la antigüedad del campamento oscilaba entre 29.550 y 30.250 años.
El cazador no tiró los pedazos rotos de los grandes cuchillos.El examen microscópico de las herramientas ha revelado pistas fascinantes sobre la vida cotidiana y las habilidades de este cazador:
La mayoría de los cuchillos se usaban ampliamente para cortar pieles de animales y tallar madera, aunque se encontró que algunos se utilizaban como puntas de lanza o de flecha.
Se encontraron seis herramientas que presentaban fracturas típicas de las que resultan al golpear a la presa cuando se las utilizaba como puntas de lanza.
El cazador no desechaba los trozos rotos de las grandes hojas; los remodelaba para tareas más pequeñas, como la curtiduría. Esto demuestra el valor de la materia prima y cómo no se desperdiciaba.
El origen de las piedras con las que se fabricaron las herramientas revela una historia aún más amplia sobre las relaciones sociales en la Europa de la Edad de Hielo. Los análisis mostraron que algunos pedernales provenían de unos 130 km al norte, mientras que otros provenían de Eslovaquia, a unos 100 km de distancia. Incluso se descubrió que una hoja estaba hecha de un ópalo raro hallado a 140 km de distancia.
Según los expertos, esto sugiere una compleja red de comercio e intercambio entre diferentes grupos de cazadores-recolectores repartidos por Europa Central, en lugar de cazadores individuales que viajaban distancias tan grandes solos.
La cultura gravetiense, a la que pertenecen estas herramientas, es conocida por sus asombrosas obras de arte, como las figurillas de Venus. Pero esta humilde caja de herramientas revela la otra cara de la moneda: la incansable lucha diaria por la supervivencia en un mundo duro e implacable. Este hallazgo nos recuerda una vez más que la historia no se trata solo de magníficos monumentos, sino también de las historias personales de gente común que vive, caza y se aferra a la vida en el permafrost.
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