El animal más antiguo del mundo fue encontrado en la Antártida, midiendo aproximadamente 2 metros de altura.

En las profundidades de las gélidas aguas de la Antártida se ha producido un descubrimiento que ha emocionado al mundo científico: una esponja gigante cuya antigüedad se estima en unos 15.000 años.
Encontrada en McMurdo Sound y conocida como la "esponja volcánica gigante" (Anoxycalyx joubini), se cree que esta criatura puede ser el animal más antiguo que vive actualmente en nuestro planeta.
Estas enormes esponjas, que pueden alcanzar diámetros de 1,5 metros y alturas de casi 2 metros, destacan no solo por su edad, sino también por su papel en el ecosistema. Anoxycalyx joubini, un invertebrado sedentario, actúa como un "hotel submarino", proporcionando refugio a innumerables criaturas marinas más pequeñas. Al mismo tiempo, filtra constantemente el agua a través de su estructura porosa, absorbiendo nutrientes y oxígeno y expulsando desechos, lo que la convierte en un sistema natural de purificación de agua.
Entonces, ¿cómo puede una criatura vivir 15.000 años? La respuesta a esta pregunta reside tanto en el frío extremo de la Antártida como en la historia geológica del planeta.
Metabolismo lento: El frío gélido constante ralentiza el metabolismo de la esponja hasta casi detenerlo por completo. Este estilo de vida ultralento le ha permitido sobrevivir durante miles de años.
Límite geológico: La Última Edad de Hielo: Los primeros modelos de crecimiento estimaron la edad de la esponja en 23 000 o incluso 40 000 años. Sin embargo, los científicos se vieron obligados a limitar estas cifras debido a una realidad geológica: la Última Edad de Hielo (hace aproximadamente entre 18 000 y 22 000 años). En aquel entonces, el nivel del mar estaba a menos de 100 metros por debajo del actual, y la zona donde vivía esta esponja era esencialmente tierra firme. Los mares solo recuperaron esta zona hace unos 15 000 años. Como señaló la bióloga marina Susanne Gatti en un artículo pionero de 2002, es geológicamente imposible que ningún organismo marino de la región tenga más de 15 000 años.
Nunca se ha encontrado un animal más antiguo. El Anoxycalyx joubini no solo es un firme candidato al título del habitante más antiguo del planeta, sino que también tiene el potencial de proporcionar a los científicos datos invaluables sobre los secretos de la longevidad, los efectos de la ralentización del metabolismo y el cambio climático en la vida marina. La comunidad científica cree que tiene mucho más que aprender de este fósil viviente.
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