Contribuyen a la economía familiar con el arte de romper alambres


Las mujeres que asistieron al curso sobre el proceso de rotura de alambre, inaugurado por los Cursos de Formación Artística y Vocacional de la Municipalidad Metropolitana de Gaziantep (GASMEK), están aprendiendo las complejidades de la rotura de alambre y, al mismo tiempo, contribuyen a la economía familiar vendiendo los productos que elaboran.

El arte Bartın de romper alambres, elemento clave en las dotes de las jóvenes, es un gran atractivo en Gaziantep. Las mujeres elaboran con esmero diversos motivos en tul rompiendo alambres de oro y plata. Estas artesanías, como colchas, velos de novia, guantes de henna, manteles y alfombras de oración, adornan las dotes de las jóvenes en edad de casarse.

Las mujeres que se inician en el arte del curvado de alambre mediante la capacitación impartida por instructores expertos en el Centro de Arte Güvenevler Halil Karaduman, dominan gradualmente el arte, creando obras impresionantes. El curvado de alambre, una artesanía tradicional, destaca por sus delicados patrones creados al tejer finos alambres en tela. Estos productos artesanales, elaborados meticulosamente por las mujeres que participan en el curso, añaden color a las dotes de las jóvenes.

Las mujeres, que comenzaron este arte como un pasatiempo, lo convirtieron gradualmente en una profesión, apoyándose mutuamente mediante la solidaridad cuando les costaba satisfacer la demanda. Esto no solo fomenta el beneficio económico, sino que también fortalece la solidaridad social. Llevando el legado del arte de romper alambres hasta nuestros días, las mujeres continúan creando una historia de éxito ejemplar. Agradecen a todos los involucrados, especialmente a la alcaldesa de la ciudad de Gaziantep, Fatma Şahin, por brindarles estas oportunidades. Los productos artesanales de las aprendices también están atrayendo gran interés en grandes ciudades como Estambul, Ankara e Izmir. Las mujeres que aprendieron el arte de romper alambres planean abrir sus propios negocios al finalizar el curso. La instructora principal, Cemile Erek, afirmó que les enseñaron el arte de romper alambres de la mejor manera posible durante este curso tan popular.

Erek, quien explicó que en el curso estaban capacitando a mujeres en la técnica de romper alambres, comentó: "Empezamos desde cero con nuestras amigas. Estamos haciendo un gran trabajo. Aquí complementamos nuestras deficiencias y nos complementamos mutuamente. Cada una aporta aspectos diferentes a la técnica de romper alambres. Creo que hemos formado un gran equipo. Podemos aplicar la técnica de romper alambres a todo, desde bolsos y manteles hasta las dotes de nuestras hijas. Todo depende de nuestra perspectiva y diseño. El arte de romper alambres es muy popular ahora mismo y todas se han aficionado. A todas les encanta y quieren aprender. Quienes lo aprenden, lo disfrutan. Nuestras alumnas también aprenden una profesión aquí, además de preparar las dotes de sus hijas. Contribuyen significativamente a la economía familiar. Los GASMEK y cursos similares han sido muy beneficiosos para nosotras, las mujeres. Estos centros han sido una gran oportunidad. Estos centros también han roto la pasividad de las mujeres en el hogar. Las amigas vienen a GASMEK y aprenden activamente una profesión. Se lo pasan genial aquí y aprenden cosas maravillosas. Quienes quieran venir, vendrán". Olcay Akgül dijo: «Soy profesora de matemáticas. Asisto a este curso en mi tiempo libre. Integrarse en un trabajo es muy valioso para la salud mental. Por eso vine y solicité la plaza. El curso me resulta muy agradable. No sabía que podía aprender tan rápido ni que podía conocer y hacer amigos con personas de orígenes tan diversos. Puedo hacer mis propios regalos porque las artesanías son muy valiosas. Otras amigas están preparando dotes para sus hijas. Tenemos amigas que contribuyen a los presupuestos familiares. Si además encontramos una plataforma donde las mujeres puedan colaborar, creo que se lograrán cosas mucho más valiosas».

Cansu Ataş, quien comentó que lleva aprendiendo el arte del tallador en el curso al que asiste desde hace aproximadamente un año, comentó: «Llevo dos meses asistiendo a este curso. Nunca antes había aprendido ninguna artesanía. Pero en este curso, aprendemos cosas nuevas. Aprendemos una profesión y nos divertimos. Con estos nuevos conocimientos, contribuimos a nuestro hogar y queremos contribuir a la dote de nuestros hijos. Estamos aprendiendo cosas nuevas aquí con nuestros amigos».
ntv