Una madre mató a sus hijos y escondió los cuerpos en maletas antes de que su familia los comprara en una subasta.

Una madre fue declarada culpable de asesinar a sus dos hijos y ocultar sus cuerpos en maletas, que luego fueron compradas en una subasta por otra familia.

Los cuerpos de Yuna Jo y Minu Jo, que tenían ocho y seis años al momento de su muerte, fueron descubiertos dentro de maletas compradas en una subasta de una unidad de almacenamiento en agosto de 2022. Las autoridades creían que llevaban muertas entre tres y cuatro años cuando se encontraron sus cuerpos.

Su madre, Hakyung Lee, de 44 años, se declaró inocente de los asesinatos, pero el jurado la declaró culpable tras solo dos horas de deliberaciones. Ahora se enfrenta a una pena máxima de cadena perpetua con un periodo sin libertad condicional de al menos una década.

Lee, ciudadana neozelandesa originaria de Corea del Sur, fue extraditada de su país de origen en 2022, después de que una investigación policial la identificara como la madre de los dos niños fallecidos. Fue declarada culpable de asesinato en el Tribunal Superior de Auckland el martes, tras un juicio que duró aproximadamente dos semanas.

Los cuerpos de Yuna y Minu fueron descubiertos después de que Lee dejara de pagar las tarifas de alquiler de la unidad de almacenamiento de Auckland cuando tuvo dificultades financieras en 2022. El contenido del casillero se subastó en línea y fue cuando los compradores se llevaron las maletas a casa que encontraron los cuerpos adentro.

El tribunal escuchó que ambos niños estaban completamente vestidos y envueltos individualmente en múltiples capas de bolsas de plástico.

Un informe post mortem dijo que era difícil determinar la causa exacta de la muerte de los hermanos debido a los cuatro años que habían transcurrido entre su asesinato y el descubrimiento de los restos, informó RNZ.

Un patólogo forense dijo que no estaba seguro de si los niños habían muerto debido a una sobredosis o si el medicamento se utilizó para incapacitarlos antes de "morir por otros medios".

Se concluyó que murieron por homicidio por medios no especificados, incluido el uso de Nortriptilina, un antidepresivo, dijo la fiscalía.

El tribunal escuchó que Lee recogió su receta del medicamento en una farmacia en agosto de 2017, cinco meses después de que a su esposo, Ian Jo, le diagnosticaran cáncer. La defensa alegó que la salud mental de Lee se deterioró tras la muerte de su esposo y que ella había llegado a creer que lo mejor era que todos murieran juntos.

Como resultado, intentó suicidarse y quitarse la vida con sus hijos con el antidepresivo, pero se equivocó de dosis, según la defensa. Al despertar, sus hijos estaban muertos.

La defensa argumentó que, si bien Lee mató a sus hijos, ella "no era culpable de asesinato por razón de locura", dijo su abogado.

Pero la fiscalía argumentó que Lee había demostrado un pensamiento racional al ocultar los restos de los niños, cambiar su nombre y regresar a Corea del Sur.

La fiscal de la Corona, Natalie Walker, dijo: "Sugiero que esto demuestra que ella pensó racionalmente, incluso clínicamente, acerca de quitarles la vida a sus hijos y luego encubrir sus atroces crímenes.

"No fue el acto altruista de una madre que había perdido la cabeza y creía que era lo moralmente correcto, sino todo lo contrario".

Walker sugirió además que los asesinatos fueron un "acto egoísta para liberarse de la carga de ser madre sola".

Lee bajó la cabeza y no reaccionó cuando el jurado emitió el veredicto. Su sentencia está prevista para noviembre.