Las jugadoras de la WNBA Aneesah Morrow y Kiki Iriafen se asocian con la Coach Foundation
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Cuando no están ocupadas entrenando o enfrentándose en la cancha, las jugadoras de la WNBA Kiki Iriafen (Washington Mystics) y Aneesah Morrow (Connecticut Sun) se asocian con la Coach Foundation para empoderar a la próxima generación de estudiantes.
Ofreciendo educación , mentoría y apoyo comunitario, la Fundación Coach se creó para ayudar a jóvenes a alcanzar sus sueños, eliminando barreras y creando nuevas oportunidades para que los niños de comunidades marginadas prosperen. Desde 2008, la fundación de la marca de moda estadounidense ha donado más de 75 millones de dólares y otorgado más de 7000 becas.
“Lo más importante de asociarme con Coach es estar con una marca que también se preocupa por ayudar a los demás”, comenta Iriafen a Teen Vogue en una entrevista exclusiva. “Estoy súper emocionada de trabajar con jóvenes y darles la oportunidad de alcanzar sus sueños. Pude estar en la WNBA porque tuve el apoyo de las personas adecuadas, así que poder transmitir eso a la próxima generación es súper especial”.
Morrow coincide con las declaraciones de Iriafen y añade que la Coach Foundation “entiende que el verdadero progreso se produce cuando se invierte en relaciones auténticas y sistemas de apoyo que perduran mucho más allá de cualquier evento o campaña”.
Cortesía del entrenador.
Para Morrow, ser mentora significa ser una presencia constante en la que alguien puede confiar cuando la vida se vuelve abrumadora. "Puedo ser el hombro en el que pueden apoyarse y la voz que les recuerda que son capaces de más de lo que creen", le dice a Teen Vogue .
Aprendiendo de sus propios mentores —sus padres y sus entrenadores—, Morrow afirma que la mentoría se trata tanto de escuchar como de dar consejos. "A veces, los jóvenes no quieren oír soluciones cuando comparten lo que les preocupa; solo necesitan que alguien los escuche de verdad y valide lo que están viviendo".
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