Una boda en Beverly Hills con un toque de rosa

Bebe Ding aún conserva fotos de su infancia en las escaleras del Hotel Beverly Hills. Así que, cuando su madre lo sugirió como lugar para su boda con Wei Koh, les pareció la elección perfecta. Con su casa a solo unas cuadras, la pareja lleva mucho tiempo enamorada de la característica decoración rosa del hotel.

Tanto Bebe, fundadora de Cru68 Fitness, como Wei, editora de The Rake y Revolution Watch , comparten una profunda pasión por la moda, y su boda fue la oportunidad perfecta para expresarla. Inauguraron las festividades con una fiesta de bienvenida inspirada en el glamour del viejo Hollywood, donde su color favorito, el rosa, se impregnó de cada detalle.

“Sabemos que cuando nuestros amigos vengan a Los Ángeles, se lo van a pasar genial, así que no tenemos que cuidar a nadie”, dice Bebe. “Disfrutarán de la mejor comida o podrán ir a bares y restaurantes geniales y probar cosas diferentes... ¡incluso ir a Disneylandia!”

Continúe leyendo para conocer todos los detalles, incluido el divertido (y conocido) oficiante, una actuación sorpresa de la propia novia y una lista de invitados llena de caras conocidas de Hollywood.

El almuerzo de ensayo

Bebe y Wei ensayaron la mañana anterior a la boda, seguido de un almuerzo íntimo para sus familias y el cortejo nupcial. Con seres queridos viajando desde lejos —algunos volando casi 18 horas—, querían aprovechar al máximo su tiempo juntos.

“Muchos de ellos habían volado 18 horas para pasar dos días con nosotros”, dice Bebe, quien pasó su infancia entre Estados Unidos y Singapur. “Mi familia no había estado en Los Ángeles en casi 25 o 30 años. Fue muy importante para mí, sobre todo porque mi abuelo había fallecido el año pasado”.

Uno de los momentos más destacados se produjo durante los discursos, cuando el padrino de boda, Andrew Lauren —ejecutivo cinematográfico y coproductor de The Brutalist— , inesperadamente tomó el micrófono. "Se levantó, algo inesperado, y pronunció un discurso increíble, muy cálido y divertido que marcó el tono a la perfección", dice Wei.

La fiesta de bienvenida

La pareja, que trabajó con la organizadora Lisa Jaroscak de Elegante Weddings & Events , priorizó que sus personalidades brillaran en cada detalle del fin de semana. Para la fiesta de bienvenida, crearon un mood board inspirado en el glamour clásico de Hollywood.

“Estuvieron Gloria Swanson, Rita Hayworth, Ava Gardner. Y luego, los chicos, Gary Cooper y Fred Astaire”, dice Bebe. Ella se inspiró en la temática con un vestido dorado de Jenny Packham, mientras que Wei lució un traje de tres piezas de seda blanca dupioni a medida del sastre Lorenzo Cifonelli.

El evento se celebró en el Dante, ubicado en la última planta del Hotel Maybourne. "Se ve el Museo Getty y luego el letrero de Hollywood. El sol se pone sobre las montañas y la vista es simplemente increíble", dice Bebe. Para Wei, uno de los momentos más destacados fue reunir a algunos de sus amigos más cercanos, entre ellos los actores Fred Savage y Michael Nouri de Yellowstone , y el artista Wes Lang, en una misma sala.

El código de vestimenta

El código de vestimenta de la fiesta, "un toque de rosa", encajaba a la perfección con la estética del hotel. Los padrinos de boda lucieron camisas de noche rosas de Dunhill debajo de sus esmóquines, mientras que Wei destacó con una camisa rosa de Charvet. Para completar el look, la pareja obsequió a sus damas de honor y padrinos de boda unas gafas de sol Persol a juego con cristales rosas, junto con relojes rosas.

Las miradas

Bebe empezó a buscar vestidos en Singapur. La selección era limitada, así que trasladó su búsqueda a Los Ángeles. A última hora, pidió cita en la tienda de Monique Lhuillier, donde se probó un vestido de encaje con un top bustier que le encantó. Visitó otros lugares después, pero no dejaba de pensar en el que se había probado allí y volvió a comprarlo al final del día. Lo llevó con un bolero a juego que se quitó después de la ceremonia. "Me encantó tanto que supe que quería quedármelo puesto casi toda la noche", dice.

Para la fiesta posterior, Bebe lució un vestido rosa adornado de Oscar de la Renta que había encargado por adelantado con tacones rosas Manolo Blahnik a juego que su madre le había comprado.

Wei llevaba un esmoquin negro de tres piezas también confeccionado por Cifonelli, junto con la camisa Chavret y un reloj Cartier de platino con esfera rosa.

La ceremonia

Bebe se vistió para la boda en casa de sus padres y se dirigió al hotel en un Rolls-Royce con chófer con su padre. Aunque al principio se había resistido a la idea de una primera mirada, finalmente decidió que tenía sentido dada la fecha de la ceremonia. "Siempre piensas que vas a caminar hacia el altar y verte por primera vez con tu novio y llorar. Ese es el cuento de hadas romántico que muchas chicas tienen en la mente", dice. "Para ser realistas, teníamos que pelearnos con el atardecer a las cuatro. Tuve que rendirme dos días antes y decir: '¿Sabes qué? Al diablo, creo que estamos bien. Creo que vamos a tener que hacer la primera mirada'".

La ceremonia fue oficiada por el director de Bridesmaids, Paul Feig, quien, según Wei, «posiblemente hizo el mejor trabajo en la historia de la ceremonia de bodas. Fue divertidísimo y muy conmovedor a la vez. Todos reían un minuto y lloraban al siguiente».

Bebe agrega: “Fue muy especial tener esa conexión personal [con el oficiante] y [escuchar] las historias que Paul compartió sobre Wei del pasado, junto con cómo lo vio evolucionar”.

La recepción

La hermana y los padres de Bebe, así como el hermano y el padre de Wei, brindaron. El padre de Wei, de 87 años y quien fue representante permanente de Singapur ante las Naciones Unidas, es un orador excepcional. Aunque padece problemas de salud que le impiden viajar, grabó sus palabras.

Al principio, Wei se sentía incómodo al conocer a los padres de Bebe, dado su divorcio y la gran diferencia de edad, así que su papel en la boda fue fundamental. "Bebe no me dijo hasta que estaba a punto de conocer a sus padres, hace tres años, que a sus padres no les gustan los tatuajes", dice Wei, quien tiene muchos. "Recuerdo la primera comida que tuvimos, en el South Beverly Grill. Llevaba un suéter grueso de Double RL tejido a mano, sudando profusamente de los nervios, y no podía quitármelo. Lo mejor fue que pudimos bromear al respecto. Hubo muchísimas bromas sobre mis tatuajes durante toda la noche".

Bebe sabía que quería actuar en la boda, pero no le contó a Wei los detalles. Cuando él le decía cuánto le gustaba Van Morrison, ella decía que sus canciones eran aburridas, pero al subir al escenario durante la recepción, cantó "Crazy Love" seguida de "Let's Get Loud" de Jennifer Lopez.

El menú de la recepción incluía una ensalada de cuña con queso azul, una especialidad del Hotel Beverly Hills, filete miñón y bacalao al miso. Por desgracia, Bebe y Wei estaban demasiado ocupados para probarlos. "Estaba tan convencida de que me quedaría despierta hasta el amanecer, de que estaría de fiesta toda la noche", dice. "Pero no, como no comí, me dormí muy temprano. Estaba harta. Estaba tan segura en la degustación. Pensé: 'Voy a comerme mi propia comida de boda y voy a poder ser la última en irme a casa'".

Wei añade: «Habría sido genial, en una realidad alternativa, asistir a una boda de 10 horas como invitado y disfrutar de la comida sin el estrés ni la responsabilidad de ser la pareja que se casa». Aun así, dice, el evento fue divertidísimo. «Nos dijeron que fue divertidísimo porque todos fueron muy amables. Esa es una excelente selección de invitados».