Ordenan reforma integral del grupo que establece las directrices de detección del cáncer en Canadá

Se espera una reforma importante del organismo nacional que emite las directrices de detección del cáncer en Canadá.
Los cambios fueron ordenados por el Ministro de Salud Federal, luego de una revisión externa del Grupo de Trabajo sobre Atención Sanitaria Preventiva.
El grupo de trabajo es un panel independiente creado por el gobierno federal para publicar pautas nacionales para médicos de familia, aconsejándoles sobre cuándo enviar a sus pacientes a exámenes de detección de rutina de diversas enfermedades, incluidos los cánceres comunes.
Sin embargo, el panel ha sido criticado durante años por no incorporar plenamente el asesoramiento de los expertos, utilizar investigaciones obsoletas y ser demasiado lento en actualizar sus directrices. Muchas de las recomendaciones del grupo de trabajo tienen más de una década de antigüedad.
"Esos exámenes de detección del cáncer se traducen en supervivencia", dijo la Dra. Anna Wilkinson, médica de familia de Ottawa que ayuda a atender a pacientes con cáncer.
"Sabemos que la tecnología y la ciencia médica cambian muy rápidamente", dijo. "No estamos al día y eso está afectando la salud de las personas".
El Ministro de Salud suspendió el trabajo del grupo de trabajo el año pasado y ordenó la revisión, después de que éste fuera objeto de un creciente escrutinio por seguir recomendando que las pruebas de detección rutinarias del cáncer de mama sólo comiencen a los 50 años de edad.
Esa directriz contradecía la evidencia de que las pruebas de detección debían comenzar a los 40 años, una recomendación respaldada por la Sociedad Canadiense del Cáncer y ya implementada en varios programas provinciales de detección de cáncer de mama. El cáncer que se diagnostica con mayor frecuencia en canadienses de 30 a 49 años es actualmente el cáncer de mama.
"Sabemos que cada vez observamos más casos de cáncer de mama de aparición temprana", afirmó Wilkinson. "Necesitamos directrices que se ajusten a estos cambios".
Una 'necesidad apremiante'En el informe se insta al grupo de trabajo a ser más responsable y transparente, agilizar y acelerar la actualización de sus directrices y garantizar que se consulte a los expertos, señalando una "necesidad urgente de modernizar su enfoque".
El grupo de trabajo ha sido criticado por otras recomendaciones, como las pruebas de detección del cáncer de cuello uterino, próstata y pulmón. Sus directrices sobre el cáncer de cuello uterino, por ejemplo, no se han actualizado desde 2013 y recomiendan no realizar pruebas de detección del VPH, el virus que causa el cáncer de cuello uterino. El Reino Unido y Australia reemplazaron las pruebas de Papanicolaou por la prueba del VPH en 2016 y 2017, respectivamente, porque el VPH se puede detectar mucho antes.
Wilkinson dijo que tiene la esperanza de que los grandes cambios en el funcionamiento del grupo de trabajo salven vidas, especialmente porque muchos médicos de atención primaria están capacitados para utilizar esas directrices al decidir derivar a sus pacientes para que se realicen pruebas.
Su propia investigación encontró que las mujeres canadienses que vivían en provincias donde la detección del cáncer de mama comenzaba a los 40 años tenían más posibilidades de sobrevivir que aquellas que se realizaban la prueba a los 50 años.

La detección temprana habría cambiado la vida de Carolyn Holland.
A los 43 años, descubrió bultos en los senos. Para entonces, el cáncer se había propagado tan agresivamente que necesitó quimioterapia, radioterapia y una mastectomía doble.
Una mamografía podría haberle detectado el cáncer antes, pero nunca se la había hecho. Su médico de cabecera seguía las directrices del grupo de trabajo que indicaban que no necesitaba una prueba de detección de rutina hasta los 50 años.
"Si mi cáncer se hubiera detectado antes, con una mamografía a los 40 años, mi tratamiento y mi resultado habrían sido drásticamente diferentes", dijo Holland.
En un comunicado, el grupo de trabajo afirmó que espera ayudar a lograr los cambios, que "reforzarán la credibilidad del grupo de trabajo", y agregó que su trabajo es "conocido internacionalmente por sus rigurosas pautas basadas en evidencia".
"Las recomendaciones de este informe no se limitan a modernizar el enfoque, sino a garantizar que la atención sanitaria preventiva siga respondiendo a la evidencia científica en constante evolución, incluyendo diversas perspectivas, adaptándose a las condiciones reales de prestación de servicios y a las prioridades locales de salud pública", se lee en la declaración.
Se espera que las recomendaciones se implementen en abril de 2026.
cbc.ca