Grupos indígenas critican plan de expansión petrolera de 47.000 millones de dólares de Ecuador en la Amazonía

BOGOTÁ, Colombia -- Siete grupos indígenas de la Amazonía ecuatoriana denunciaron un plan del gobierno para ofrecer docenas de bloques de tierra para la exploración petrolera, diciendo que amenaza sus tierras ancestrales y viola las protecciones constitucionales.
La crítica se dirige a un plan del Ministerio de Energía y Minas de agosto para subastar los derechos de 49 proyectos de petróleo y gas por un valor de más de 47 mil millones de dólares.
Las autoridades afirman que la "hoja de ruta de los hidrocarburos" es una estrategia para modernizar la industria petrolera ecuatoriana, atraer capital extranjero e impulsar la producción. Su plan incluye renegociaciones de contratos y nuevas rondas de licencias que, según el gobierno, cumplen con los marcos legales vigentes.
Los grupos indígenas dicen que 18 de los bloques petroleros propuestos se superponen a sus territorios, un área aproximadamente del tamaño de Bélgica.
Líderes de los pueblos Andwa, Shuar, Achuar, Kichwa, Sapara, Shiwiar y Waorani denuncian que sus comunidades no fueron consultadas y acusan al gobierno de ignorar fallos judiciales que anularon consultas anteriores por inconstitucionales.
“El gobierno sigue adelante con sus planes de subastar 18 bloques petroleros en nuestros territorios ancestrales sin el consentimiento libre, previo e informado. Ese es un derecho constitucional e internacional que el Estado está violando”, declaró Nemo Guiquita, líder waorani de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana.
Varias medidas recientes del presidente Daniel Noboa han alarmado a ambientalistas y líderes indígenas que dicen que la reputación verde del país se está desmoronando.
El gobierno de Noboa ha tomado medidas para eliminar el Ministerio del Ambiente, un organismo independiente en Ecuador. También apoyó una ley aprobada por la Asamblea Nacional que permite a entidades privadas y extranjeras cogestionar zonas de conservación, lo cual, según los críticos, debilita las protecciones y amenaza los derechos territoriales indígenas.
“Ha habido protestas, demandas y empresas obligadas a retirarse en el pasado, pero ahora vuelven a ofrecer los yacimientos petrolíferos de la Amazonia”, dijo Guiquita. “Resistimos y hacemos un llamado a la comunidad internacional para que se oponga a esta expansión y ayude a proteger la Amazonia y nuestros derechos”.
El Ministerio de Energía y Minas de Ecuador no respondió de inmediato a las preguntas de The Associated Press. El gobierno ha mantenido que la consulta de 2012 sigue vigente y que el plan de hidrocarburos cumple con la normativa vigente.
El gobierno de Noboa ya ha abierto nuevas rondas de licencias. En abril de 2025, empresas internacionales presentaron ofertas para cuatro bloques petroleros, y el gobierno anunció que planeaba nuevas subastas en la Amazonía y las regiones subandinas a finales de 2025 y 2026.
“La Amazonía no está en venta. Defenderemos nuestros territorios porque no nos han consultado; este es nuestro hogar”, dijo Nadino Calapucha, líder kichwa.
La disputa se produce en medio de un estado de emergencia y un paro nacional por los precios del combustible, los proyectos extractivos y el incumplimiento por parte del gobierno de un referéndum que limita las perforaciones en el Parque Nacional Yasuní. El martes, agricultores, grupos indígenas y sindicatos del transporte se enfrentaron con la policía en las afueras de la ciudad de Tabacundo, en el segundo día de protestas a nivel nacional.
“Ecuador ya manifestó su voluntad en el referéndum del Yasuní, cuando el 59% votó a favor de mantener el petróleo bajo tierra. Sin embargo, el gobierno insiste en imponer la extracción, violando nuestros derechos”, declaró Calapucha.
El petróleo es el principal producto de exportación de Ecuador, representando aproximadamente un tercio de los ingresos del gobierno en algunos años. El país produce alrededor de 480.000 barriles diarios, aunque la producción ha disminuido en la última década. Sucesivos gobiernos han intentado atraer capital extranjero a la Amazonía, pero los proyectos a menudo se han estancado debido a disputas legales y la resistencia indígena.
Noboa, quien asumió el cargo a finales de 2023, ha centrado gran parte de su plan fiscal en impulsar los ingresos provenientes de los recursos naturales para estabilizar las finanzas públicas. Su administración también promueve la inversión minera, lo que ha generado críticas de líderes indígenas que afirman que ignora las garantías constitucionales del consentimiento libre, previo e informado.
“Los planes de Ecuador de subastar nuevos bloques petroleros en la Amazonía están condenados al fracaso”, declaró Kevin Koenig, director de clima, energía e industria extractiva de Amazon Watch. “La resistencia indígena, la movilización de la sociedad civil y la creciente presión internacional seguirán exponiendo estos proyectos como ilegítimos, ilegales e infinanciables”.
El Senado del estado de California expresó recientemente su preocupación por las importaciones de crudo del Amazonas y aprobó una resolución para examinar el papel del estado como uno de los principales compradores del mundo, lo que subraya cómo la estrategia petrolera de Ecuador podría repercutir más allá de sus fronteras.
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