Muere el guardaespaldas Clint Hill: intentó proteger a Kennedy

Las grabaciones han conmocionado al mundo desde el 22 de noviembre de 1963. Mientras el presidente John F. Kennedy y la primera dama Jacqueline Kennedy, acompañados por el gobernador de Texas John Connally y su esposa Nellie, conducen por Dealey Plaza en Dallas en una limusina negra abierta rodeados de gente que los vitorea, se escuchan disparos. Mientras el cuerpo de Kennedy se desploma, un guardaespaldas salta al estribo del coche.

Consigue persuadir a la Primera Dama, que está en estado de shock y se ha arrastrado desde el asiento de la limusina hasta la tapa del maletero, para que se dé la vuelta. Mientras ella empuja, el hombre de traje negro protege a la esposa del presidente con su cuerpo. Hasta el día de hoy, testigos contemporáneos e historiadores creen que Clint Hill salvó la vida de la Primera Dama.

El hecho de no poder proteger a su marido en ese momento le pesó durante décadas. "Si hubiera reaccionado unas cinco décimas de segundo, quizá un segundo más rápido, no estaría aquí hoy", dijo Hill a CBS doce años después del ataque. Cuando el moderador Mike Wallace le preguntó si el guardaespaldas se había arrojado delante de Kennedy, respondió afirmativamente. "Eso me habría parecido bien."

Después del fatal intento de asesinato de Kennedy, que el empresario textil ucraniano-estadounidense Abraham Zapruder filmó, Hill sufrió un trastorno de estrés postraumático y comenzó a beber. Sin embargo, el hijo de inmigrantes noruegos de Dakota del Norte continuó trabajando para la viuda de Kennedy hasta las elecciones presidenciales de 1964, permaneció en la Casa Blanca bajo el mando del sucesor de su marido, Lyndon B. Johnson, y llegó a convertirse en jefe del equipo de protección presidencial del Servicio Secreto.

Cuando las pesadillas no remitieron, Hill se jubiló anticipadamente en 1975, poco después de cumplir 43 años. Él y su segunda esposa, la periodista Lisa McCubbin, procesaron sus recuerdos del 22 de noviembre de 1963 en libros como “Mrs. Kennedy y yo” y “Cinco días en noviembre”. Según se ha anunciado ahora, Hill falleció el viernes pasado en su casa de Belvedere, California. Tenía 93 años.