El gusano barrenador del ganado: Chiapas lidera casos en México

El gusano barrenador del ganado, científicamente conocido como Cochliomyia hominivorax, se ha convertido en una seria amenaza para la sanidad animal en México. De acuerdo con un reciente boletín emitido por la Comisión México-Estados Unidos para la Prevención de la Fiebre Aftosa (CPA), Chiapas es el estado con más casos registrados, acumulando más del 60% de los reportes a nivel nacional.
Este parásito es una larva de mosca que infesta tejidos vivos, provocando lesiones profundas y dolorosas, principalmente en el ombligo de animales recién nacidos, aunque también afecta otras heridas. La infestación, conocida como miasis, puede causar infecciones graves, pérdida de peso, disminución en la producción de leche o carne, e incluso la muerte del animal si no se trata a tiempo.
A nivel económico, el impacto es considerable: afecta a pequeños y medianos ganaderos, compromete la seguridad alimentaria y obliga a destinar más recursos a tratamientos veterinarios y vigilancia sanitaria.
Entre noviembre de 2024 y julio de 2025, se confirmaron 3,324 casos de gusano barrenador en todo el país. De ellos, 2,074 fueron en Chiapas, distribuidos en 88 municipios. Las zonas más afectadas incluyen:
- Ocosingo: 236 casos
- Pijijiapan: 140
- Tonalá: 130
- Benemérito de las Américas: 117
- Marqués de Comillas: 80
Estos datos revelan que la selva chiapaneca y las regiones rurales con alta actividad ganadera son las más vulnerables.
Después de Chiapas, Tabasco es el segundo estado con mayor número de casos, con 567 registros en 17 municipios. Destaca Balancán como la zona más crítica, con 317 infecciones, seguido de Macuspana (45) y Tenosique (41).
Campeche, por su parte, ocupa el tercer lugar con 313 casos. Municipios como Candelaria (90), Kalakmul (66) y El Carmen (53) concentran la mayoría de los reportes.
El boletín de la CPA también detalla los tipos de lesiones más comunes asociadas al gusano barrenador. De las 4,123 atenciones por miasis reportadas entre enero de 2024 y julio de 2025, se encontraron larvas en:
- Ombligo de recién nacidos: 1,308 casos
- Heridas traumáticas: 920
- Descorne: 224
- Aretado: 186
- Vulva: 161
- Lesiones por alambre de púas: 111
Además, se documentaron infecciones en heridas por papilomatosis, castración, dermatitis, úlceras y mordeduras de murciélago.
Aunque la mayoría de los casos corresponden a bovinos (2,738), la plaga también ha sido detectada en perros (207), caballos (173), cerdos (129), ovejas (61), cabras, gatos, aves de corral e incluso un pájaro silvestre. Esta diversidad de huéspedes amplía el desafío para el control sanitario y subraya la necesidad de medidas regionales integradas.
Senasica y otras autoridades trabajan en campañas de monitoreo y control del gusano barrenador, especialmente en zonas rurales. Algunas estrategias incluyen:
- Capacitación a ganaderos para identificar signos tempranos de infestación
- Aplicación de larvicidas y curación inmediata de heridas
- Notificación inmediata de casos sospechosos ante autoridades sanitarias
- Coordinación entre estados, municipios y la federación para atender brotes
La prevención es clave. Se recomienda revisar constantemente a los animales, sobre todo tras partos, castraciones o peleas, y aplicar desinfectantes en cualquier herida abierta.
El avance del gusano barrenador en México representa una amenaza seria para la salud animal y la economía de las regiones ganaderas. Chiapas, como el estado con mayor incidencia, necesita atención prioritaria, pero la lucha contra esta plaga debe ser nacional y continua. La participación activa de productores, veterinarios y autoridades es fundamental para frenar su propagación y proteger tanto al ganado como a los medios de vida de miles de familias rurales.
La Verdad Yucatán