El motivo por el que la IA se puede convertir en el mayor problema de España: tiene que ver con algo tan esencial como el agua

Acabamos de entrar en la "Era de la Inteligencia Artificial", y esta viene para quedarse posiblemente para el resto de nuestras vidas o hasta que llegue una tecnología superior a ella, cosa que por lo menos ahora mismo no entra en la cabeza ni de los más futuristas.
Por eso todo el mundo está tratando de adaptarse a la IA lo más rápido posible, ya que los primeros en llegar y tener más control sobre esta tecnología son los que más poder y beneficio tendrán. Eso ha hecho que todas las compañías del sector tengan proyectos IA, pero ya no solo las empresas, sino que países enteros están centrando recursos para impulsar la IA en su territorio, y como suele ocurrir, aquí destacan EEUU y China sobre los demás.
Pero el resto de naciones no se quieren quedar atrás, y desde la Unión Europea quieren impulsar nuestra presencia en esta tecnología y pretenden triplicar la capacidad de los centros de datos de los países de la UE en un margen de siete años, y España podría convertirse en el país que tira del carro. Esto es porque gigantes tecnológicos como Amazon y Microsoft han elegido a Zaragoza para construir algunos de los centros de datos más grandes del mundo.
Ambas empresas ya han invertido miles de millones en los terrenos que albergarán estos centros, y mientras esto se ha acogido con buenos ojos e incluso José Luis Escrivá, exministro de Transformación Digital, presumió de que España estará "a la vanguardia de la innovación tecnológica y la inteligencia artificial en Europa", hay un lado problemático a esta noticia.
La IA se podría convertir en un gran problema para EspañaAhora que llega el verano y el calor, nadie puede negar que España se convierte en un país seco y árido, y aunque este año ha llovido mucho, todos sabemos que esto no es lo normal, y que la sequía es una realidad en la mayor parte del territorio español. Pero parece que esto no se ha tenido en cuenta a la hora de vender y permitir la creación de estos centros de datos, debido a que estas instalaciones requieren ingentes cantidades de agua, principalmente para refrigeración, ya que los servidores y equipos electrónicos generan calor durante su funcionamiento.
Tan solo el año pasado, la demanda energética de los centros de datos fue de unos 62 millones de metros cúbicos de agua, el equivalente a llenar 24.000 piscinas olímpicas y este número solo irá incrementando con el paso de los años, mientras que al mismo tiempo se prevén años cada vez más secos.
Por eso, aunque la llegada de estas multinacionales tecnológicas supondrá nuevas oportunidades de empleo para estas localidades, se ha creado una corriente en contra de los centros de datos, impulsadas sobre todo por el sector agrícola, con campañas como Tu nube seca mi río.
Y ya no solo es en España, sino que en Irlanda y Francia también denuncian el empeño de la UE en impulsar el desarrollo de la IA a cualquier precio, aunque se lleve por delante a los agricultores y un ecosistema como el de España que ya sufre la sequía de por sí.
eleconomista