La IA en la escuela sube notas, pero afecta el aprendizaje; ¿qué hacer?

Cuando un estudiante le pide a ChatGPT, Gemini o cualquier inteligencia artificial que le haga una tarea no está haciéndole trampa al profesor, al colegio o a la universidad: se la está haciendo a sí mismo.
Un reciente estudio de la Universidad de Pensilvania reveló que mientras más se usa de este modo la IA, peor resultado en aprendizaje obtienen los jóvenes, pues se atrofia su capacidad de discernimiento y entendimiento de conceptos.
Desde la ‘copialina’ hasta la irrupción de internet, los estudiantes nunca habían contado con una herramienta tan sofisticada, capaz de generar textos y trabajos personalizados con la mera redacción de un ‘buen prompt’, es decir, de una orden muy detallada de lo que se necesita.
Seguir usando la IA así hará que pasemos de tener una gran herramienta de apoyo para aprender más y mejor a convertirnos en perezosos mentales con desaliento por el aprendizaje genuino. Según expertos, es necesario mantener la frustración inherente al proceso de no comprender un problema, de ensayar y errar, pues se trata del componente esencial del desarrollo cognitivo. La IA, al ofrecer soluciones instantáneas, puede cercenar esta valiosa experiencia.
Nicholas Carr, escritor estadounidense sobre tecnología y negocios, advierte que cuando se utiliza un software para automatizar una tarea pueden presentarse tres escenarios: la habilidad en esa actividad mejora, se atrofia o simplemente nunca se desarrolla.
Y esto afectaría principalmente a los estudiantes en camino a convertirse en profesionales de un área del conocimiento.
El riesgo se acentúa con el uso continuado de la inteligencia artificial. Es innegable que la IA generativa es un gran apoyo para mejorar el rendimiento en tareas específicas, pero su dependencia excesiva puede llevar a una reducción de la frecuencia de desempeño de la labor por parte del humano. A mediano y largo plazo, esto se traduce en un detrimento de las habilidades.
La gran preocupación es que los estudiantes de hoy serán los profesionales del mañana. Profesionales que, si bien dominarán un algoritmo de IA, podrían carecer de la comprensión profunda de los procesos subyacentes.
Hoy en día los estudiantes están usando la IA para todo: desde la lectura y escritura de textos y contenidos hasta el resumen de conceptos, pasando por la capacidad de discernir información relevante. Estas son tareas fundamentales para la vida diaria y el desarrollo del pensamiento crítico que le estamos encargando a la IA, afectando los cimientos del aprendizaje.
El estudio de la Universidad de Pensilvania de 2024 reveló que “el acceso a ChatGPT mejora significativamente las calificaciones, pero al retirar el acceso a la tecnología los estudiantes rinden peor que aquellos que nunca la tuvieron”. Esta paradoja resalta la inquietante realidad de que la IA no fomenta el aprendizaje, sino la ‘ilusión de aprender’. Si los estudiantes no adquieren habilidades básicas esenciales debido a la dependencia de la IA, su capacidad incluso para aprovechar esta tecnología también se verá comprometida.
¿Cómo usarla?- Primero se debe entender el problema a fondo antes de consultar la IA. Intentar resolverlo primero.
- No pedir una solución completa. Es mejor preguntar a la IA por explicaciones de conceptos y aclaraciones sobre errores específicos.
- Utilizar la IA para obtener pistas. Tratar a la IA como un tutor que proporciona orientación.
- Verificar y comprender las respuestas de la IA. No copiar y pegar sin más, sino analizar la lógica detrás de la información proporcionada.
- No depender de la IA para tareas básicas. Leer, resumir, discutir en grupo, buscar fuentes, corroborar, escribir, evita atrofiar habilidades fundamentales.
- Practicar sin la IA regularmente. Tener sesiones de estudio en las que no se utilice ninguna herramienta de IA para evaluar el verdadero nivel de comprensión.
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