Karina Sofía, rock y resistencia con esencia femenina

La cantante y compositora regiomontana Karina Sofía presenta su primer álbum como solista: “La Reina del Cañón”, una obra producida por el icónico Gustavo Santaolalla que combina géneros, emociones y una narrativa profundamente personal.
Lanzado el pasado 9 de mayo bajo los sellos Tinta Negra Records y Warner Music Latina, el disco no sólo representa su incursión formal en la industria musical, sino también una declaración de identidad, resiliencia y creatividad femenina.
El álbum, conformado por once temas, es un viaje sonoro que recorre territorios del rock, pop, música regional mexicana y el folclore latinoamericano.
Más allá de su riqueza estilística, se trata de una obra conceptual que da testimonio de un renacer. “Yo creo que la historia de ‘La Reina del Cañón’ tiene un arco muy claro ya que empieza en un lugar muy roto, muy vulnerable, y es toda esa historia de esta mujer que logra volver a encontrarse y sanarse para poder volar más alto”, explica Karina en entrevista con EL INFORMADOR.
Radicada actualmente en Los Ángeles, Karina Sofía reconoce que su carrera profesional en la música comenzó apenas en 2020, aunque su preparación artística venía desde antes, en el ámbito de la actuación y el cine. Desde entonces, ha descubierto las exigencias del medio musical y la importancia de rodearse de un equipo sólido.
“No hay nada que puedas hacer sola más que escribir una canción”, afirma. “Todo lo demás realmente es en equipo. Tienes que estar con gente que cree en ti, que te protege, que te cuida y la verdad es que tuve muchísima suerte de haberme encontrado con Gustavo Santaolalla”.
La colaboración con Santaolalla no solo marcó el sonido del disco, sino también su desarrollo artístico. El tema principal o focus track del álbum, titulado “Más Alto”, es una colaboración directa con el multipremiado productor.
Inspirada en las “Doncellas de la Lluvia”, las primeras mujeres voladoras de México, la canción es una metáfora del dolor transformado en impulso vital. “Cuando me vean volar, siempre va a ser más alto”, canta Karina en un verso que resume su espíritu.
El videoclip que acompaña esta pieza fue dirigido por Mamo Vernet y refuerza visualmente esa noción de liberación femenina y vuelo espiritual. “‘Más Alto’ se levanta como un testimonio de resistencia emocional y evolución espiritual”, señala la artista.
El proceso creativo de “La Reina del Cañón” fue, según relata, profundamente orgánico. Karina buscó romper esquemas sonoros, fusionando elementos del mariachi con guitarras eléctricas distorsionadas, a pesar de las advertencias de los más puristas.
“Desde un principio tenía mucha curiosidad de ver cómo sonaría un requinto eléctrico distorsionado. La primera persona que no me cuestionó fue Gustavo Santaolalla”, recuerda. “Él desde un inicio lo entendió, agarró la onda. Creo que parte de su magia es que no se limita y no tiene expectativas de lo que tiene que sonar un disco”.
Además de aportar visión artística, Santaolalla brindó claridad y congruencia al proyecto, sin apagar el ímpetu experimental de Karina. “Tengo un estilo muy particular de componer y gracias a Dios tengo las herramientas para producir mis propios demos. Entonces, al poder hacer esto y enseñárselo a un productor como Gustavo, fue mucho más fácil que entendiera la misión”.
Explora sus facetas creativasKarina trabaja en una propuesta visual para llevar su música al escenario. “Estoy trabajando en toda la presentación visual que va a venir con la música en vivo, que para mí es muy importante. Mi sueño es hacer una gira por México y Estados Unidos”, asegura.
Aunque reconoce que el camino es largo y requiere paciencia, está convencida de que pronto encontrará las plataformas adecuadas para mostrar su trabajo en vivo.
Instalada en Los Ángeles, Karina asegura que el entorno ha sido propicio para su desarrollo artístico, aunque reconoce que la distancia con México puede representar ciertos retos. “Estoy con Warner Latino, todos en mi equipo son mexicanos, donde sí lo empiezo a sentir es al momento de promocionar el disco, de hablar con medios en México”, comenta.
“Estando en Ciudad de México posiblemente me podría dar a conocer un poco más rápido, pero he aprendido que no se trata de encontrar la forma rápida, sino la forma sustentable”, remata.
Un disco con dos energíasEl disco no es solo un ejercicio musical, sino también una herramienta de introspección. Karina Sofía se propuso visibilizar las realidades de las mujeres mexicanas a través de sus letras, plasmando su fuerza, dolor, contradicciones y procesos de sanación.
“Soy una mujer que se siente más cómoda con su lado masculino que con su lado femenino. Siempre tuve más amigos hombres, me gusta cómo piensan los hombres, hubo un momento en que pensé que, si yo fuera hombre, la vida probablemente hubiera sido más fácil”, admite con franqueza.
En temas como “Fuego”, “Mentirosa” o “Malandrona”, esa energía masculina se manifiesta en personajes duros, agresivos, incluso retadores.
Sin embargo, durante el desarrollo del álbum, la artista fue reconciliándose con su feminidad. “Hice las paces con que soy mujer y el ser mujer es de las cosas más poderosas del mundo”, afirma. “Somos mamás, traemos vida al mundo. Me topé con muchísimas mujeres, incluyendo a las voladoras en Puebla, que me demostraron que la mujer es muy fuerte”.
CT
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