Trump pide investigar a Springsteen, Beyoncé y Bono

De madrugada, solo unas horas antes de la supuestamente crucial conversación este lunes con el presidente ruso Vladimir Putin, Donald Trump tenía en la cabeza otros pájaros. En lugar de la paz en Ucrania, en su magín hervían sus cuitas personales, sus ansias de pasar factura a todos aquellos que no comulgan con él, y más si son gente de la farándula con mucho predicamento social.
¿En qué pensaba el presidente de Estados Unidos a las 1.34 horas de este lunes? Según la cronología de sus publicaciones en su red social –o programa los mensajes o a sus casi 79 años padece insomnio– Trump reclamó que se abra una investigación contra las celebridades que dieron apoyo a la demócrata Kamala Harris en las elecciones de noviembre del 2024. Ganó, pero todavía le escuece que esos famosos le dieran la espalda y, si hablan, carguen contra él sin rendirle la pleitesía que cree merecer.
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En su vigilia, en su continuada campaña de venganza, Trump lanzó una diatriba mordaz contra Bruce Springsteen, Beyoncé, Oprah Winfrey y Bono –a los que cita– a partir de la mentira de que apoyaron a Harris a cambio de cobrar dinero.
Así que requirió “una gran investigación” por una posible “contribución ilegal” a la campaña de su rival.
Los mecanismos mentales del presidente estadounidense suelen responder a la inmediatez mucho más que a la reflexión. Ya es más que sabido que tiene la piel muy fina y todo apunta que el origen de este arrebato se halla en las palabras que la semana pasada pronunció el creador de Born in the USA en su concierto de Manchester. El cantautor de Nueva Jersey calificó al Gobierno de su país de “corrupto, incompetente y traidor”. Trump replicó en la madrugada del sábado con un feroz ataque personal en el que describió al músico como un “imbécil prepotente” y añadió: “Veo que el sobrevalorado Bruce Springsteen va a un país extranjero a hablar mal del presidente de Estados Unidos. Nunca me gustó, nunca me gustó su música ni su política de izquierda radical y, lo que es más importante, no es un tipo con talento”.
Lee tambiénDos madrugadas después, Trump insistió y amplió su radio de revancha. “¿Cuánto pagó Kamala Harris a Bruce Springsteen por su pobre actuación durante su campaña para la presidencia? ¿Por qué aceptó ese dinero si él es tan fan de ella?”, planteó. “¿No es esto una enorme e ilegal contribución a la campaña? ¿Y qué pasa con Beyoncé? ¿Cuánto dinero fue a parar a Oprah y Bono?”, añadió.
Esas acusaciones, según la versión de los citados y otros famosos que contribuyeron a la carrera presidencial de Harris, están fundadas en las mentiras difundidas por los voceros del trumpismo en las redes. Como replicaron Beyoncé o Winfrey, no vieron ni un centavo por sus colaboraciones. En todo caso, sí que cobraron las personas que trabajaron para hacer posibles esos espectáculos.
“Las personas que hicieron la producción necesitaban ser pagadas, fin de la historia”, replicó Winfrey en Instagram.
Resulta curioso que esta denuncia la haga Trump, que fue condenado penalmente debido al pago y manipulación documental, en su primera campaña electoral, para silenciar la infidelidad que tuvo con la actriz porno Stormy Daniels.
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