Vuelve la economía del ladrillo: BBVA Research avanza que explicará una tercera parte del avance del PIB en 2026
«El sector de la construcción tendrá una aportación cada vez mayor al crecimiento». El último análisis de situación sobre la economía española de BBVA Research detecta los primeros síntomas tangibles de una reactivación de la actividad en los sectores inmobiliarios y de la construcción, hasta el punto de estimar que para el año que viene su aportación explicará una tercera parte del crecimiento económico previsto, un peso en la actividad que salvo en momentos muy puntuales no se veía desde los años de vinos y rosas de la burbuja inmobiliaria.
La situación hoy es bien diferente y en lugar de construirse por encima de las posibilidades del país, o mejor dicho de su demanda real, la oferta existente no alcanza a cubrir las necesidades del mercado, lo que según los analistas de BBVA crea el marco idóneo para un despertar de la economía del ladrillo.
Si este auge puntual alentado por la caída de los tipos de interés y la subida de los precios, que ha atraído inversión al sector, es sostenible o no en el tiempo hasta el punto de mejorar las expectativas de crecimiento de la economía española dependerá en buena medida de lo que haga el Gobierno. «Necesitamos de un periodo constante de crecimiento de la construcción de vivienda», ha enfatizado Jorge Sicilia, economista jefe del BBVA y director de BBVA Research. «Pero para ello necesitamos impulsar la rentabilidad del sector, que ahora mismo es baja, y para ello se necesita por ejemplo que haya más suelo disponible y que el periodo de tiempo necesario para empezar a construir viviendas sea más corto», factores ambos que apelan directamente a la regulación, ha completado, Rafael Domenech, responsable de análisis económicos del servicios de estudios.
«España arrastra una brecha enorme, entre las necesidades crecientes de vivienda de la población y el fuerte incremento de los precios. Todo lo que se haga para mejorar la rentabilidad de la vivienda y facilitar el acceso a la vivienda será para bien. Es uno de los problemas más graves que tenemos con enorme incidencia sobre otras áreas de la economía como el mercado de trabajo. No tiene solución a corto plazo, pero algo hay que hacer porque de lo contrario se va a generar un cuello de botella muy perjudicial para la economía», ha explicado Domenech. «Si ha habido medidas que han ensanchado esa brecha habrá que repensarlas«, ha señalado Sicilia.
La cosa no será sencilla. La escasez de oferta tensiona los precios en una tendencia muy acusada, que según los analistas de BBVA no se relajará a corto plazo ya que aumentará un 7% este año y otro 5% el que viene, y eso en el mejor de los casos; y la fenomenal demanda embalsada tiene más dificultades más allá de la disponibilidad de viviendas para resolverse. El esfuerzo necesario para acceder a una vivienda se ha disparado en los últimos años y hay un 75% de la población que lo necesita que no termina de aumentar su apetito por la compra por el contexto de precios del mercado, según demuestran los datos que maneja el servicio de estudios.
En la otra parte de la balanza, unas mejores condiciones financieras, el impulso previsto en el Perte de la vivienda industrializada, que aspira a llegar a generar hasta 15.000 viviendas al año cuando ahora se ponen en el mercado menos de 4.000.
ABC.es