Cáncer de hígado: claves para su detección, tratamiento y prevención

Los cánceres más conocidos, como el de mama o el de pulmón, cuentan con una gran concienciación social. Sin embargo, existen otros tipos de cáncer que, aunque menos populares, también son frecuentes. Es el caso del cáncer de hígado, que engloba un grupo heterogéneo de tumores que se desarrollan en este órgano. En este tipo de cáncer, las células hepáticas se vuelven anormales, crecen de forma descontrolada y acaban formando un tumor.
La doctora Alba Díaz, patóloga del Hospital Clínic Barcelona, explica: “Existen diferentes tipos de cáncer de hígado, y esto depende de la célula a partir de la cual se origina”. El tipo más frecuente es el carcinoma hepatocelular. De hecho, cada año se diagnostican cerca de 6.000 nuevos casos en España, y su incidencia sigue en aumento. También existen otros tumores, como los colangiocarcinomas, que representan menos del 10% de los cánceres primarios de hígado.
Los pacientes con cirrosis son los que tienen más riesgo de desarrollar cáncer hepático Doctora Marta ReigHepatóloga del Hospital Clínic Barcelona
¿Cómo se detecta y qué factores aumentan el riesgo de cáncer de hígado?
El carcinoma hepatocelular es un tumor muy silencioso, y sus síntomas suelen aparecer cuando la enfermedad ya está avanzada. Los más comunes incluyen cansancio, aumento del perímetro abdominal debido a la retención de líquidos, un tinte amarillo en la piel, dolor abdominal continuo y de baja intensidad, y pérdida de apetito y de peso. Para detectar la enfermedad de manera precoz, es fundamental incluir a los pacientes con riesgo de desarrollarla en programas de diagnóstico temprano, como una ecografía abdominal semestral. Estos pacientes son, principalmente, aquellos que experimentan enfermedades hepáticas crónicas.
Esta enfermedad puede derivar en una cirrosis hepática, lo que a su vez aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de hígado. La doctora Marta Reig, hepatóloga del Hospital Clínic Barcelona, afirma: “Los pacientes con cirrosis son los que tienen más riesgo de desarrollar cáncer hepático”. Este riesgo es particularmente alto en aquellos pacientes con carcinoma hepatocelular. En cambio, el colangiocarcinoma puede aparecer en pacientes sin ningún factor de riesgo conocido.
¿Cuáles son las opciones terapéuticas para el cáncer de hígado?
El tratamiento del cáncer de hígado se basa en el estadio del tumor, de las enfermedades asociadas y de las características técnicas específicas de cada opción terapéutica. Una vez realizado el diagnóstico, un comité multidisciplinar evalúa cada caso para determinar la mejor estrategia.
La opción con más potencial curativo es la quirúrgica. Así lo señala el doctor Josep Fuster, cirujano del Hospital Clínic Barcelona: “El tratamiento quirúrgico del cáncer de hígado es el fundamental porque es el que tiene una finalidad curativa”. Entre las intervenciones más utilizadas se encuentra la resección quirúrgica, cuyo objetivo es eliminar por completo las células malignas. Este procedimiento está indicado en pacientes que presentan un foco único.
El tratamiento quirúrgico del cáncer de hígado es el fundamental porque es el que tiene una finalidad curativa Doctor Josep FusterCirujano del Hospital Clínic Barcelona
Otra opción terapéutica en caso de carcinoma hepatocelular es el trasplante hepático, indicado cuando no es posible realizar una resección quirúrgica de forma segura o en pacientes que presentan múltiples tumores. En cambio, en el colangiocarcinoma no se recomienda esta intervención, debido al elevado riesgo de recurrencia postrasplante.
En pacientes en fase inicial, y cuando tanto la resección quirúrgica y el trasplante están contraindicados, puede recurrirse a una ablación percutánea, una técnica que destruye el tumor mediante la aplicación de agujas y diferentes tecnologías que aplican energía. Otra opción quirúrgica es la quimioembolización, que consiste en administrar un agente quimioterápico a través de la arteria hepática que nutre el tumor. Esta técnica, sin embargo, no ha demostrado eficacia en el tratamiento del colangiocarcinoma.
Otro enfoque terapéutico es el tratamiento sistémico. El doctor Jordi Bruix, hepatólogo del Hospital Clínic Barcelona, explica: “Cuando la enfermedad ya es más avanzada, se pasa al tratamiento sistémico, que intenta frenar la progresión de la enfermedad”. En estos casos, la terapia convencional no ha demostrado un beneficio clínico significativo. En cambio, fármacos como el sorafenib han demostrado su capacidad para ralentizar la proliferación celular del tumor. En el caso del colangiocarcinoma, el único tratamiento que ha demostrado una eficacia significativa es la quimioterapia combinada con gemcitabina y cisplatino.
¿Cómo afecta el estadio tumoral al pronóstico del cáncer hepático?
El pronóstico del cáncer hepático depende en gran medida del estadio tumoral en el momento del diagnóstico y de la respuesta al tratamiento. Cuando se detecta en fases tempranas y se puede abordar con cirugía, es posible alcanzar la curación, con tasas de supervivencia a cinco años que superan el 70%. En pacientes en estado intermedio, el tratamiento con quimioembolización permite una supervivencia media de entre dos años y medio y tres. En cambio, en fases avanzadas, la supervivencia mediana suele situarse ligeramente por encima del año.
Teniendo en cuenta estos datos, es fundamental la prevención. Adoptar unos hábitos saludables es clave: evitar la obesidad, reducir el consumo de alcohol —una de las principales causas para desarrollar una enfermedad hepática crónica y un carcinoma hepatocelular— y mantener buenas medidas higiénicas para evitar el contagio de Hepatitis B y C. Estas recomendaciones también son válidas para las personas que ya presentan la patología, ya que pueden contribuir a un mejor pronóstico.
lavanguardia