Este simple gesto diario mejora tu cuerpo y tu mente (y casi nadie lo aprovecha)

Optar por las escaleras en lugar del ascensor puede parecer una elección menor, pero los estudios apuntan a que es una de las formas más efectivas —y accesibles— de mejorar la salud general. Este pequeño esfuerzo activa la musculatura inferior, mejora el equilibrio y ayuda a prevenir caídas, sobre todo en personas mayores. Además, es un ejercicio de bajo impacto que no requiere equipamiento y que cualquiera puede incluir en su día a día.

Subir escaleras eleva el ritmo cardíaco y mejora la capacidad respiratoria con solo unos minutos al día. Según el investigador Alexis Marcotte-Chenard, se trata de una forma eficaz de introducir lo que denomina "snacks de ejercicio": breves momentos de actividad intensa repartidos durante la jornada. Estudios recientes indican que superar cinco tramos diarios reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, tal y como recoge un reportaje de BBC Mundo.

Ventajas cognitivas poco conocidas

El beneficio no se limita al cuerpo. La evidencia científica muestra que este ejercicio también mejora funciones mentales como la concentración, la flexibilidad cognitiva y el estado de ánimo. Investigaciones de las universidades de Umeå y Yamaguchi revelan que subir escaleras puede estimular la creatividad y favorecer la resolución de problemas. En algunos casos, incluso se han observado mejoras en la memoria al día siguiente, si se acompaña de un buen descanso nocturno.

Frente a entrenamientos largos y poco sostenibles, las escaleras representan una alternativa práctica para quienes pasan gran parte del día sentados. Dividir el esfuerzo en varias subidas cortas es más asumible y, según los datos recogidos, también más valorado por los propios participantes en los estudios. Así, convertir este hábito cotidiano en parte de nuestra rutina puede suponer una mejora real para el bienestar físico y mental, sin necesidad de grandes cambios.