La ruta de senderismo de Asturias entre castaños perfecta para hacer en familia este otoño

Recorrer Asturias es disfrutar de un auténtico paraíso natural de España. A pesar de que la gran atención siempre está puesta en las montañas de los Picos de Europa, tampoco hay que olvidarse de los maravillosos acantilados que bordean el Cantábrico. En esta región se mezcla de manera perfecta la naturaleza con la historia y la cultura. En sus bosques encontramos cientos de rutas que atraviesan aldeas de gran encanto o llevan a miradores que ofrecen unas vistas espectaculares de valles, ríos o praderas.
Y entre todos esos recorridos se encuentra la Senda del Camín D'Acéu. Esta ruta circular, que tiene una longitud de 6,5 kilómetros, se puede realizar en unas dos horas y media. Esta ruta de senderismo forma parte del Camín Real, una milenaria vía que sirvió́ durante siglos como tránsito comercial con León y como ruta jacobea en la Edad Media. Por ahí pasaban los peregrinos que iban a rendir culto a las reliquias de San Salvador.
Así es la Senda del Camín D'AcéuEsta ruta recorre los vestigios de una calzada romana que pasa por las verticales hoces del Nalón en su camino por el consejo de Sobrescobio, desde Rioseco hasta Anzó. Es uno de los caminos por lo que las legiones romanas entraron a Asturias hace unos 2000 años. A través de ella se puede disfrutar de una andadura única por un paisaje lleno de montañas en el que se observan aves sobre el cantil.
Además, se puede hacer una parada en el camino para admirar los restos de las canteras de las que se extraían las piedras de roca caliza que utilizaban los romanos. Para iniciar la ruta habrá que ir aparcamiento de la Biblioteca Pública de Rioseco. Aquí hay un panel informativo que indica que habrá que cruzar la carretera para comenzar la aventura.
En este recorrido se pueden disfrutar de las vistas al valle, pero también de las montañas que hay en este lugar. Habrá que tomar un desvió a la derecha para empezar a pisar los tramos primitivos de esa calzada. Tras hacer un pequeño descenso, se llega a una zona boscosa con ejemplares de castañales espectaculares.
Después, se llega al Lugar de los Infiernos en el caserío de Anzón. Es aquí donde se pueden ver los muros de contención de los romanos o los llantones mejor conservados. En esta parte de la ruta se tienen unas vistas preciosas del embalse de Tanes. Tras esto, se pueden retroceder los pasos para empezar la vuelta a Rioseco o tomar una variante: bajar al Barrancos de Anzó y seguir hasta otro cruce algo más alejado con la Calzada Romana.
Los senderistas más animados siempre pueden emprender el ascenso a la Majada y Pico La Gamonal, donde podrán ver como su esfuerzo merece la pena por la vista que hay del valle y las montañas de Sobrescobio.
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