El cáncer de Joe Biden fue diagnosticado la semana pasada, dice su portavoz, en medio de un renovado debate sobre su salud en la Casa Blanca.

El expresidente estadounidense Joe Biden fue diagnosticado con cáncer de próstata la semana pasada, dijo su portavoz el martes 20 de mayo, confirmando que su último análisis de sangre específico fue hace más de diez años. Esta aclaración llega mientras el actual presidente Donald Trump y sus aliados están alimentando las dudas sobre un posible encubrimiento de los problemas de salud del expresidente demócrata.

"Me sorprende que el público no haya sido informado hace mucho tiempo" sobre este cáncer, declaró el lunes a la prensa el republicano, subrayando que se necesita "mucho tiempo para llegar (...) a un estadio 9", correspondiente al cáncer de próstata, que presenta un alto riesgo.

"La última prueba de PSA conocida de Biden [la medición de esta proteína que ayuda a diagnosticar el cáncer de próstata] fue en 2014. Antes del viernes, al presidente Biden nunca se le había diagnosticado cáncer de próstata", dijo su portavoz en un comunicado.

La oficina de Joe Biden anunció el domingo que al expresidente de 82 años le habían diagnosticado unos días antes una forma "agresiva" de cáncer de próstata con "metástasis óseas". Este cáncer es de nivel 9 en la escala de Gleason, que evalúa la agresividad de los cánceres de próstata en una escala de hasta 10.

El cáncer de próstata, una glándula ubicada cerca de la vejiga, es el cáncer más común en los hombres y la segunda causa principal de muerte por cáncer en ellos. Para detectarlo se puede realizar un análisis de sangre llamado prueba PSA, que consiste en medir el nivel de un antígeno prostático específico en la sangre, o un tacto rectal. Pero debido a sus defectos, estas pruebas no se recomiendan universalmente.

En Estados Unidos, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) no recomiendan la prueba de PSA para hombres de 70 años o más que no presenten síntomas de la enfermedad, debido en particular al riesgo de falsos positivos y tratamientos innecesarios. Joe Biden tenía entre 71 y 72 años en 2014, cuando supuestamente se hizo su última prueba de PSA, según su portavoz. Sus servicios no especificaron si desde entonces se había sometido a otros exámenes relacionados con la próstata.

El martes se publicó en Estados Unidos un libro de investigación, Original Sin , que revela cómo la Casa Blanca ocultó al mundo las crecientes debilidades de un presidente que durante mucho tiempo se aferró a su candidatura a la reelección.