¿Pronto estarás en un avión sin piloto? La revolución aérea parece estar en marcha.

Imagínese a una altitud de 10.000 metros, en medio de una turbulencia y sin nadie en la cabina. Esta idea ya no es tan irreal. Todos los fabricantes, Airbus , Boeing y Thales, llevan varios años considerando seriamente la posibilidad de vuelos comerciales autónomos.
La aeronave del futuro podría ser como un dron, pero con pasajeros a bordo. Airbus, por ejemplo, ya ha realizado cientos de vuelos de prueba sin piloto. También lo han hecho startups como Xwing, que realizó el primer vuelo de una aeronave convencional totalmente autónoma, desde el rodaje hasta el regreso al hangar, sin intervención humana. Durante estas pruebas, había un piloto de seguridad a bordo, pero este no tocó nada, y todo se monitorizaba desde un centro de mando en tierra.
Es software, IA, junto con sensores, cámaras y lidars que se encargan de todo. Se encargan del despegue y el aterrizaje, en particular, porque en un avión comercial actual, todo lo demás ya está automatizado; son calculadoras voladoras. Estos aviones del futuro estarían hiperconectados. Recibirían toda la información meteorológica y del tráfico en tiempo real y podrían ajustar su trayectoria en un abrir y cerrar de ojos.
Incluso se habla de reducir significativamente los retrasos y el consumo de combustible gracias a trayectorias optimizadas. Cabe destacar que estas aeronaves autónomas estarían supervisadas por un capitán en tierra. Este tiene exactamente los mismos controles que si estuviera en el aire, gracias a cámaras. Ve a través de los "ojos" de la aeronave, equipada con sensores que le permiten detectar la presencia de otras aeronaves, reconocer diferentes tipos de nubes para evitar tormentas y, en caso de problema, tomar el control.
La barrera psicológica es enorme, sobre todo porque cada accidente aéreo tiene un impacto muy fuerte en la mente de las personas, como hemos visto recientemente. Parece contradictorio, pero estos aviones sin piloto probablemente serían más seguros que los actuales. Es importante saber que los errores del piloto son la causa del 80 % de los accidentes. Sin fatiga, sin estrés, sin distracciones: eliminamos cualquier riesgo de fallo del piloto en el aire, como en la tragedia de Germanwings, donde un piloto se estrelló deliberadamente contra una montaña.
Lo mismo ocurre con los actos terroristas a bordo, ya que el sistema puede oponerse a cualquier intervención maliciosa y prevenir, por ejemplo, un secuestro. En realidad, todo esto llevará años, con numerosas etapas intermedias: estas tecnologías se utilizarán primero para el transporte de mercancías, para el cual el umbral psicológico es más aceptable. Y luego se hará por etapas: la primera es eliminar la posición de copiloto para tener un solo piloto en el avión. En los años 80, pasamos de 3 a 2, lo cual ya había generado un debate considerable; ahora, pasaríamos de 2 a 1 y luego a 0.
También será necesario abordar los problemas cibernéticos: será necesario reforzar las redes para evitar cualquier posibilidad de piratería informática entre la aeronave y el piloto en tierra. Finalmente, será necesario evolucionar la normativa. Pero para muchos expertos en aeronáutica, la llegada de las aeronaves autónomas supone una revolución comparable a la llegada del motor a reacción.
Dependerá de cómo las aerolíneas reflejen esta reducción de costes. Pero lo cierto es que, para ellas, el reto también reside en lograr ahorros significativos. Los salarios de los pilotos son los más caros. Según un estudio realizado por un importante banco, que estima que las aerolíneas ahorrarían 35 000 millones de euros al año prescindiendo de los pilotos.
También es importante saber que nos estamos preparando para una escasez de pilotos en los próximos años. El tráfico aéreo se duplicará en los próximos 20 años, y necesitaremos 650.000 nuevos pilotos durante ese período, y las escuelas ya no pueden seguir el ritmo. Por lo tanto, la transición a uno, y luego a cero, pilotos por avión, con un comandante en tierra, capaz de supervisar varios aviones, probablemente sea el rumbo que tomará la historia.
RMC