Olivier Faure se niega a permitir que el Partido Socialista entre en una "polémica permanente" con el resto de la izquierda.

El domingo 15 de junio, el primer secretario del Partido Socialista, Olivier Faure, deploró que algunos en su partido quisieran hacer del congreso del Partido Socialista "un referéndum a favor o en contra del LFI", considerando que "un gran partido socialista no se rebaja a polémicas permanentes" con el resto de la izquierda.
"Mientras la extrema derecha está al borde del poder (...) algunos aquí están decididos a convertir este congreso en un referéndum a favor o en contra de la LFI", subrayó en su discurso de clausura, en alusión a su oponente, Nicolas Mayer-Rossignol , sentado en primera fila. "Mientras su única obsesión sea la LFI, solo darán testimonio del dominio psicológico que la izquierda radical ejerce sobre ellos".
Aunque el movimiento del alcalde de Rouen, Nicolas Mayer-Rossignol, anunció el domingo por la mañana que no se reuniría con la dirección, alegando la falta de claridad de Olivier Faure respecto a La Francia Insumisa en caso de elecciones legislativas anticipadas, Faure aseguró que no cuestionaba "cada mañana lo que Jean-Luc Mélenchon dice, piensa o tuitea".
"Un gran partido socialista no se rebaja a polémicas permanentes con la izquierda (...), un gran partido socialista se dirige a toda la izquierda, a todos sus electores, sin hacer selecciones."
El líder socialista reiteró que no habrá "ningún acuerdo nacional" con La Francia Insumisa en las próximas elecciones municipales y que para las presidenciales quiere un candidato único "que vaya de Ruffin a Glucksmann, de Autain a Tondelier, de los socialistas a los ecologistas o los comunistas".
A pesar de los desacuerdos, les dijo a los miembros de la facción del Sr. Mayer-Rossignol que "tenían la puerta al liderazgo abierta". "Solo exijo una condición: respetar a la mayoría y la línea estratégica adoptada por este congreso", declaró tras ser reelegido como líder del partido con el 51,15% de los votos.
Olivier Faure también le tendió la mano a Boris Vallaud , el tercer congresista, convencido de que era posible encontrar un camino con él, en el marco de un pacto de gobernanza. Prometió retomar su concepto de "desmercantilización" de la sociedad.
"Estoy convencido de que hay bases para que el nuevo liderazgo sea establecido por el consejo nacional el 1 de julio", aseguró.
Lamentando no haber sido posible "construir el contrato de unidad" deseado, el movimiento de Boris Vallaud indicó en un comunicado, tras el discurso de Faure, que continuaría las conversaciones con él.
BFM TV