Cáncer: Nueva esperanza para combatir las células malignas más refractarias

Ahora, un equipo de investigación francés, dirigido por científicos del Instituto Curie, del CNRS y del Inserm, acaba de desarrollar una nueva clase de pequeñas moléculas capaces de provocar la destrucción de las membranas celulares y, por tanto, la muerte de estas células.
Este estudio se basa en las propiedades de las llamadas células cancerosas persistentes, con alto potencial metastásico; Expresan en su superficie una gran cantidad de una proteína llamada CD44 que les permite internalizar hierro, lo que los hace más agresivos y capaces de sobrevivir a la quimioterapia.
Pero al acumular hierro, se vuelven más vulnerables a un mecanismo de muerte celular llamado ferroptosis. Este proceso, catalizado por el hierro, conduce a la degradación de los lípidos que forman las membranas internas de la célula.
Los investigadores aprovecharon esta debilidad para desarrollar una molécula híbrida, la fentomicina (Fento-1), capaz de atacar el corazón de estas células más resistentes. Desarrollado por el equipo del químico Raphaël Rodríguez, se acumula específicamente en los lisosomas —los compartimentos celulares ricos en hierro de las células CD44+— gracias a una secuencia capaz de atravesar la membrana plasmática y entrar en la célula mediante un mecanismo de endocitosis. Luego libera un fragmento activo que intensifica localmente la reactividad del hierro.
Tras la administración de Fento-1, los investigadores observaron una reducción significativa del crecimiento del tumor en modelos preclínicos de cánceres de mama metastásicos, así como un efecto citotóxico pronunciado en biopsias de cánceres de páncreas y sarcomas de pacientes, lo que confirma la eficacia del tratamiento a nivel preclínico en estos cánceres para los cuales la eficacia de las quimioterapias convencionales es limitada.
