Salud. Fin del numerus apertus, regreso de los estudiantes expatriados... cómo el gobierno quiere formar a más médicos.

La supervivencia del numerus apertus , sucesor del numerus clausus desde 2019, se debatirá este martes por la noche en el Senado. El objetivo declarado del gobierno es aumentar el número de médicos formados para combatir el abandono de profesionales de la salud. Sin embargo, algunos temen una formación deficiente.
¿Un nuevo paso en la lucha a largo plazo contra los desiertos médicos ? El Senado debatirá este martes por la noche la posible abolición del numerus apertus , tras una votación inicial de la Asamblea Nacional en 2023. Desde 2019, el numerus apertus establece un número mínimo de estudiantes admitidos al segundo año de medicina, determinado según la capacidad de las universidades y las necesidades de las ARS (Agencias Regionales de Salud). Un cambio de paradigma respecto al sistema anterior: el numerus clausus , creado en 1971, fijó un número máximo de futuros médicos para limitar la competencia y el gasto público en salud.
El numerus apertus ha tenido sus primeros efectos en la población estudiantil en los últimos años: durante el periodo 2021-2025, más de 50.000 médicos estaban en formación, en comparación con menos de 38.000 en el periodo 2016-2020, cuando estaba vigente el numerus clausus . Sin embargo, la selección ha seguido siendo drástica. Prueba de ello es que 1.600 estudiantes que suspendieron en Francia se trasladan cada año a otros países europeos (España, Bélgica, Rumanía, Portugal, etc.) para continuar sus estudios, según una estimación del Tribunal de Cuentas.
La escasez de cuidadores en toda Francia ha impulsado al ejecutivo a ir más allá, revisando un proyecto de ley propuesto en 2023 por Yannick Neuder , diputado de LR, quien asumió el cargo de ministro de Salud. Además de la abolición del numerus apertus , la nueva ley también promueve la reinserción de los estudiantes franceses expatriados y crea nuevas vías para que los profesionales paramédicos (enfermeros, cuidadores infantiles, fisioterapeutas, etc.) accedan a los estudios de medicina.
¿Que significa?A partir de ahora, el número de estudiantes se definiría según un indicador prioritario: las necesidades del territorio. La ARS y los funcionarios electos locales de los consejos territoriales de salud podrán "exigir a una universidad que aumente su capacidad de admisión", explica un informe del Senado. Una solución simple en teoría, pero que genera preocupación en la práctica. "El número de estudiantes ya ha aumentado significativamente, pasando de 8.000 estudiantes de segundo año en 2014 a 12.000 en 2024, un incremento del 50%", enfatiza Isabelle Laffont, presidenta de la Conferencia de Decanos de Medicina. "Para formar a tantos , ya carecemos de profesorado, personal administrativo e instalaciones". El proyecto de ley que se presentará al Senado no aborda la cuestión de los recursos adicionales inherentes a la formación con más estudiantes.
La representante de los presidentes de las facultades de medicina está dando la voz de alarma, ya que, en estas condiciones, la calidad de la formación médica se vería degradada. «Eliminar el numerus apertus o reincorporar a los estudiantes que se han ido al extranjero no son medidas de emergencia para abordar los desiertos médicos», añade, haciendo hincapié en los 10 años necesarios para la formación de un médico. La Conferencia de Decanos favorece medidas a corto plazo, como la creación de puestos de asistentes territoriales (jóvenes médicos graduados destinados a zonas despobladas) y la territorialización de las prácticas estudiantiles «para animarlos a explorar las regiones y establecerse fuera de las grandes ciudades».
Estas propuestas son compartidas por la mayoría de los sindicatos de estudiantes de medicina, quienes también temen por la calidad de su formación en caso de una afluencia de estudiantes. Para Lucas Poittevin, presidente de la Asociación Nacional de Estudiantes de Medicina (Anemf), «las universidades ya están infrafinanciadas, ya no cuentan con fondos propios, por lo que es complicado pedirles que aumenten sus presupuestos», a la vez que destaca la «falta de plazas para prácticas». La infraestructura, «sobre todo para las prácticas, no está en absoluto adaptada para acoger a muchos más estudiantes: cuando hay muchos internos y externos en un departamento, la calidad de la formación no es la adecuada», añade Anna Boctor, presidenta del sindicato de Jóvenes Médicos.
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