Comienza el juicio por el robo de joyas en París en 2016, en el que Kim Kardashian fue atada y robada

Ha comenzado un juicio en París por el robo de 2016 en el que ladrones armados ataron a Kim Kardashian en su dormitorio y le robaron joyas por valor de millones de dólares durante la Semana de la Moda.

Diez personas —nueve hombres y una mujer— están siendo juzgadas por los delitos de robo y secuestro de la personalidad de los medios de comunicación y del conserje de la residencia donde se alojaba la noche del 2 de octubre de 2016.

Dos de ellos han reconocido su participación y los demás la han negado.

En entrevistas y en el reality show de su familia, Kardashian ha descrito que estaba aterrorizada, pensando que la iban a violar y matar cuando los criminales irrumpieron en su habitación y le apuntaron con un arma.

Sus abogados dijeron que ella testificará en persona en el juicio que está programado para prolongarse hasta el 23 de mayo.

"La Sra. Kardashian reserva su testimonio para el tribunal y el jurado y no desea dar más detalles en este momento", dijeron. "Siente un gran respeto y admiración por el sistema judicial francés y ha sido tratada con gran respeto por las autoridades francesas. Desea que el juicio se desarrolle de forma ordenada, de conformidad con la legislación francesa y con respeto a todas las partes del caso".

En una aparición en el programa de Netflix de David Letterman en 2020, Kardashian recordó entre lágrimas haber pensado: "Este es el momento en que me van a violar. Pensé: '¿Qué está pasando? ¿Vamos a morir? Solo díganles que tengo hijos. Tengo bebés, tengo esposo, tengo familia'".

Se esperaba inicialmente a doce personas en el estrado de los acusados. Una falleció y otra se encuentra gravemente enferma y no puede ser juzgada. Según la investigación, cinco de los diez acusados ​​estuvieron presentes en el lugar del robo.

Los medios los llaman 'Los abuelos ladrones'

Los medios de comunicación franceses los han apodado "Los abuelos ladrones", porque los principales acusados ​​son mayores y han sido ladrones de bancos con un largo historial criminal.

Kardashian declaró a los investigadores que la llevaron a un baño y la metieron en la bañera. Sus atacantes huyeron en bicicleta o a pie y ella se liberó quitándose la cinta.

Corrió a la consulta de su estilista y llamó a su hermana Kourtney para contarle el robo. Poco después, Kardashian declaró a los investigadores que no había resultado herida. Presentó una denuncia y añadió que quería salir de Francia cuanto antes para reunirse con sus hijos.

Según su testimonio y el del conserje, al menos un sospechoso tenía una pistola con la que amenazaba a las víctimas.

Joyas que valen millones de dólares

Los gánsteres robaron numerosas joyas, incluyendo un anillo con un valor estimado de más de 6 millones de dólares estadounidenses. Solo se ha recuperado una joya: una cruz de diamantes sobre platino que se perdió durante la fuga de los sospechosos.

Dos de los acusados ​​han confesado parcialmente el crimen, pues en el lugar de los hechos se encontró su ADN.

El presunto cabecilla, Aomar Ait Khedache, de 68 años, es uno de los dos presuntos ladrones que presuntamente entraron en el apartamento. Apodado "El Viejo Omar", su perfil genético se encontró en la cinta utilizada para amordazar a Kardashian.

Salió del hotel en bicicleta, al igual que otros dos, y luego se encontró con su hijo, que lo esperaba en un auto estacionado en una estación de tren cercana.

Otro dijo que ató al conserje con cables, pero no subió al apartamento de Kardashian. Yunice Abbas, de 71 años, dijo que actuó como vigía en la recepción de la planta baja, asegurándose de que la ruta de escape estuviera despejada. Aseguró que estaba desarmado y que no amenazó personalmente a Kardashian, pero admitió ser corresponsable del crimen.

Abbas fue arrestado en enero de 2017 y pasó 21 meses en prisión antes de ser liberado bajo supervisión judicial. En 2021, fue coautor de un libro en francés titulado "Secuestro a Kim Kardashian" .

Didier Dubreucq, de 69 años, conocido como "Ojos Azules", es el segundo presunto ladrón sospechoso de entrar en el piso. Niega cualquier implicación, aunque fue grabado por cámaras de seguridad y numerosos contactos telefónicos con los demás coacusados ​​demuestran su implicación, según la investigación.

Los demás acusados ​​son sospechosos de proporcionar información sobre la presencia de Kardashian en el apartamento. Otros están acusados ​​de participar en la reventa de las joyas en Amberes, Bélgica.