La venganza de Trump contra Harvard: estudiantes extranjeros fuera: la universidad no se había doblegado a los dictados de la Casa Blanca
La guerra de Trump
Una guerra total contra las universidades privadas, símbolo del “radicalismo de izquierda” para Donald Trump y el universo MAGA. Desde hace meses, la administración estadounidense está en desacuerdo con los más importantes centros de conocimiento estadounidense y símbolos del "sueño americano", las universidades que según la vulgata de Washington no han hecho lo suficiente para contrarrestar los episodios de antisemitismo en los campus durante las protestas de los últimos meses contra la guerra en la Franja de Gaza, pero sobre todo no quieren adaptar sus cursos y sus políticas internas a los deseos de la Casa Blanca.
El último acto de guerra de la administración Trump lleva la firma de la Secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem , quien informó a la Universidad de Harvard que ha revocado la certificación del programa de la universidad para estudiantes y visitantes extranjeros .
La universidad más antigua de Estados Unidos, símbolo de Boston, se ve así impedida de matricular a estudiantes de otros países , que representan el 27% del total de sus alumnos: un problema incluso para los que ya están en la universidad, porque los estudiantes extranjeros corren el riesgo de tener que trasladarse debido a la medida, provocando así también una grave pérdida de financiación para Harvard, dada la matrícula anual de unos 60 mil dólares.
El comunicado de Seguridad Nacional aclara que “Harvard ya no permitirá que estudiantes extranjeros se inscriban, y los estudiantes ya inscritos deberán transferirse o perderán su estatus legal”, evocando así la amenaza de deportación .
“La dirección de Harvard ha creado un ambiente inseguro en el campus al permitir que agitadores antiamericanos y proterroristas acosen y agredan físicamente a personas, incluidos muchos estudiantes judíos, y perturben de otras maneras su otrora venerable entorno de aprendizaje”, afirmó el Departamento de Seguridad Nacional en un comunicado, acusando a la dirección de la universidad de coordinarse con el Partido Comunista Chino.
La batalla entre Harvard, que a lo largo de los años ha visto abandonar sus aulas a 25 jefes de Estado y 31 primeros ministros de todo el mundo, y Donald Trump, dura desde hace meses: a principios de mayo, el presidente estadounidense anunció que había suspendido todas las subvenciones federales a la Universidad de Boston, mientras que en abril, fondos por valor de más de dos mil millones de dólares ya habían sido suspendidos debido a la decisión de los dirigentes de la universidad de oponerse a las peticiones de la Casa Blanca de cambiar sus programas escolares y la selección de su profesorado.
Harvard ya había demandado a la administración Trump en aquella ocasión y, según varios medios estadounidenses, ahora podría presentar otra tras la última ley firmada por Kristi Noem. Guerra que podría extenderse. La propia Noem, en una entrevista con Fox News, calificó la prohibición de Harvard como “ una advertencia para todas las universidades ”.
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