De las leyendas contra los judíos a los mecanismos mediáticos que aún perduran. «El discurso del rabino» de Ignazio Veca.

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En una noche sombría e indeterminada de mediados del siglo XIX, en el cementerio judío de Praga, dos testigos desconocidos, pero precisamente por eso "fiables", "trepan el muro circundante y se agachan entre las lápidas, cerca de la tumba del rabino Simeón bei Jehuda". Y presencian el nacimiento mismo de la "conspiración judía" para conquistar el mundo. Es solo una novela antisemita alemana, En el cementerio judío de Praga, pero se convertirá en una realidad histórica irrefutable y amenazante. Es un mecanismo perverso y bien conocido, escribe el historiador Ignazio Veca en El discurso del rabino . La historia del plagio en los orígenes del antisemitismo moderno, pero sigue funcionando.

En la introducción de su libro (que publicará Mulino), el historiador contemporáneo Ignazio Veca traza un interesante paralelismo, no en clave polémica, sino en una comparación histórica, como sociólogo de la cultura: «En julio de 2017, aparecieron carteles con el rostro de Soros en las paredes húngaras acompañados de la siguiente frase: “¡No dejen que Soros ría el último!”». No era una novela. Antes de explicar cómo y de qué manera una novela gótica y conspirativa por entregas —un género adorado por el público del siglo XIX tanto como lo son hoy las series de televisión de espionaje y apocalípticas— se transformó, mediante diversas manipulaciones, en un «documento ficticio» y luego en un documento «real» del complot judío para «conquistar el poder global», Veca traza un paralelismo: lo llama «el método Filkelstein». Quien ideó la gran trama que transformó a un financiero y filántropo judío de origen húngaro en el símbolo contemporáneo del judío errante fue, paradójicamente, «un hombre que solo compartía una cosa con Soros: ser judío . Se llamaba Arthur Jay Filkelstein y era encuestador, un consultor que desarrolla tácticas y estrategias de opinión para sus clientes, siguiendo siempre la misma fórmula metódica ganadora: atacar al oponente».

Lo hizo por su nuevo cliente: Viktor Orbán . Sabemos cómo fue: “El trágico resultado de la campaña”, escribe Veca, “fue que la obra de un judío estadounidense permitió superponer una representación clásica del antisemitismo contemporáneo a la figura del judío George Soros . Las paradojas del presente ponen así en tela de juicio el pasado”. La intención de Veca no es panfletear, sino guiar la comprensión de cómo funcionan los mecanismos de falsificación, de construcción del enemigo y del discurso del odio . De estos, el mito de la conspiración judía se ha convertido en el paradigma más poderoso y sangriento. Hoy en día, el antisemitismo está recuperando terreno con muchos matices diferentes, de los cuales la causa israelí es solo una característica, como demuestra el caso Soros. Están resurgiendo prejuicios y leyendas que tienen raíces profundas y que han encontrado un poder geométrico, explica Veca, en la unión entre el antijudaísmo de origen alemán (y anteriormente católico romano) y el antijudaísmo ruso. La «teoría de la conspiración social», como la llamó Popper, es la clave para comprender cómo las leyendas e incluso las novelas, junto con los mecanismos culturales, mediáticos y políticos, han construido el monstruo del antisemitismo. «El discurso del rabino».

Veca combina los niveles histórico, literario e interpretativo; vale la pena leerlo en su totalidad. Pero incluso limitándose a las líneas generales, se revelan numerosos mecanismos que remiten a analogías con el presente, en el que la infinita multiplicación de información no evita, sino que aumenta, los riesgos de falsificación conspirativa, como la guerra mundial a la que «los judíos» (¡todos!) quieren arrastrar al mundo. El ensayo de Veca es una novela entre novelas : «Era julio de 1881 cuando apareció un texto en la revista católica Le Contemporain, publicada en París, que pronto se convirtió en uno de los principales artefactos conspirativos que azotaron el espacio público europeo y mundial entre los siglos XIX y XX. Pretendía dar una «idea» de los objetivos perseguidos por los judíos; además, de sus «aspiraciones más íntimas». Esta «idea» no era otra que la de «reinar en la tierra»».

Lo crucial es que este texto se presenta como un “documento” transmitido por un testigo desconocido: “Consistía en una larga cita: en resumen, reportaba otro texto. El texto que fue reproducido para los lectores de la revista francesa fue el 'discurso de un gran rabino dado en una reunión secreta'. Es en esta forma que la opinión pública occidental se encontró con el Discurso del Rabino por primera vez”. Se explica, de manera puramente periodística, que fue tomado de una obra inglesa de un tal Sir John Retcliffe, Relato de los eventos histórico-políticos que han ocurrido durante los últimos diez años. Tomó muchas décadas demostrar que este Discurso en el que el más poderoso de los rabinos polacos dijo que “durante dieciocho siglos el pueblo de Israel ha estado librando guerra por el dominio, que fue prometido a Abraham y que la Cruz nos ha arrebatado”, etc., era una falsificación . Pero lo más increíble es que este Sir John Retcliffe (de ortografía incierta) era el seudónimo de un periodista y escritor antisemita prusiano, Hermann Ottomar Friedrich Goedsche, autor de una serie de Novelas histórico-políticas del presente publicadas en 35 volúmenes en las que la vena conspirativa para explicar la política europea "liberal" mezclaba fantasía, fragmentos de noticias, pseudohistoria y personajes reales. Pues bien, el misterioso "discurso" en el cementerio de Praga no es una falsificación periodística, como lo llamaríamos hoy, sino el prototipo de una invención: es un capítulo de la novela En el cementerio judío de Praga, del seudónimo Sir Retcliffe. Es allí donde, por primera vez, mezclando leyendas antiguas y prejuicios antijudíos de diversos orígenes, el antisemitismo se encuentra con algo extremadamente "moderno": el mito de la "conspiración".

En siglos pasados, el antijudaísmo nunca se había vinculado a una teoría conspirativa política ; como mucho, como en las leyendas medievales de conspiraciones y envenenamientos, la clave era el odio y la venganza contra los cristianos. Aquí ocurre algo nuevo: la literatura del apéndice, de magia y sectas secretas, busca un intérprete ideal: ¿y quién mejor que los judíos para explicar lo que (incluso entonces) las masas en busca de enemigos fáciles no sabían entender? Pasamos entonces a Rusia, donde la novela que narra la conspiración del cementerio se reedita y se distorsiona hasta convertirse en un documento histórico auténtico, listo para tomar de nuevo los caminos de Occidente . Unos años después, aparecen los Protocolos de los Sabios de Sión.

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