El Bari, con la espalda contra la pared, sólo necesita ganar. Playoffs y salvación: una noche larga y aterradora en Cittadella

BARI - Los veredictos, ahí, a un paso. Por último, hay que decirlo. Ya no soportamos subir y bajar del autobús del campeonato. Estamos casi en los créditos finales y nadie puede todavía tener una idea clara de lo que es realmente Bari. Una limitación, sin duda. A estas alturas de la temporada los valores suelen estar bien definidos. Está claro quién es “carne” y quién es “pescado”.
Los rojos y blancos son la excepción. Sigue dando la impresión de que puedes ser todo o nada. La victoria ante el Spezia y la desastrosa caída en Cosenza, las cumbres de un rendimiento inconsistente que suena como la más clara falta de un salto de calidad. Y si en la primera parte de la temporada el equipo de Longo había dado la sensación de poder convertirse en algo intrigante... la segunda parte habló casi sólo de frenos, incluso mentales. Bari no ha crecido, se mire por donde se mire. El juego no ha mejorado, ni tampoco la personalidad. La fase ofensiva se ha vuelto triste, la atlética se ha debilitado. Un pequeño desastre, en resumidas cuentas. Después de un montón de ilusiones que ciertos arrebatos agresivos habían creado en la cabeza de la afición, hoy tristes y desilusionados.
El viaje a Cittadella es mucho más que una encrucijada de caminos. Ganar significaría permanecer en la carrera por los playoffs. Un empate o una derrota casi con toda seguridad significará que te perderás el gol. Un "play-off" para dos, sin embargo. Y no es un detalle. Los venecianos corren el riesgo de descender y no parecen tener alternativas creíbles a sumar los tres puntos. Tácticas, sí. Pero no mucho más, en resumen. Sobre todo, tendrás que pisar el acelerador e intentar leer rápidamente los distintos momentos del partido. Nadie debe esperar una demostración estilo “lucha de brazos”. Y ni siquiera para admirar un resultado que recuerda al Inter-Barcelona, ida y vuelta. Difícilmente habrá espacio para un maestro del juego. La misión es, en todo caso, llevar el juego a tu lado poniendo los episodios de tu lado.
El largo silencio de Longo se presta a diversos tipos de evaluaciones. Pero esto son solo rumores o algo así. Hoy en día, material bastante inflamable. Así que es mejor mirar más allá. Esperando que los jugadores sean un equipo hasta la médula y que se conviertan en uno con el entrenador, en el interés supremo de toda la gran familia del Bari.
Las ausencias de Maita y Benali son muy graves, dos o tres de ellos son imprescindibles pese a su estado poco excepcional. La sensación es que Longo podría adaptar un extremo al centro del campo, para jugar como mezz'ala. Dorval, Oliveri pero también el propio Favasuli. El imperativo es correr, luchar, sacrificarse. Ya no se trata de nombres ni de sistemas de juego.
La Gazzetta del Mezzogiorno